Associated Press
2017-09-07
Madrid— El Tribunal Constitucional de España suspendió ayer la convocatoria para un referendo sobre la independencia de Cataluña después de que aceptó revisar los recursos en contra interpuestos por el gobierno central en Madrid.
La decisión era ampliamente esperada después de que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, anunció que las autoridades centrales estaban impugnando tanto una controvertida ley para legitimar el voto independentista como el decreto que el gobierno catalán firmó el miércoles para la realización de la consulta el 1 de octubre.
La reacción de las autoridades de Cataluña, una próspera región del noreste de España, también fue la esperada. Carles Puigdemont, presidente de la Generalidad de Cataluña y uno de los principales impulsores del referéndum, dijo que ni el gobierno central ni los tribunales frenarán los planes para la autodeterminación.
“Ante el tsunami de querellas habrá un tsunami de democracia”, declaró Puigdemont al canal televisivo local 8TV.
Se jactó también de que más de 16 mil personas se han registrado en línea como voluntarios y que más de la mitad de los alcaldes de la región apoyan la consulta.
El Tribunal Constitucional de España había fallado antes que un referéndum puede ser convocado solamente si el gobierno central lo autoriza.
Sin embargo, la coalición proindependentista de Puigdemont asegura que el derecho universal a la autodeterminación está por encima de las leyes de España.
Cataluña, cuya capital es Barcelona, genera una quinta parte del producto interno bruto de España y tiene 7.5 millones de habitantes. La región goza de autonomía en el manejo de diversos aspectos, como la policía, la salud y la educación.
Sin embargo, el gobierno central español le controla los asuntos fiscales, de relaciones exteriores y la mayoría de su infraestructura. En Cataluña se habla catalán y español, y muchos catalanes consideran muy importantes sus tradiciones y su herencia cultural.
El gobierno central describe las intenciones separatistas como un atentado contra el orden institucional de España y Cataluña.
“Como comprenderán, ni el gobierno ni los tribunales pueden tolerarlo bajo ningún concepto”, dijo Rajoy ayer en un mensaje televisado al término de una reunión urgente con su gabinete.
“No habrá referéndum de autodeterminación, porque supone privar al conjunto de los españoles del derecho a decidir su futuro”, agregó.
Rajoy procura lograr un delicado equilibrio entre aplacar los desafíos secesionistas y abstenerse de adoptar medidas enérgicas que aviven los sentimientos antiespañoles, como suspender la autonomía a Cataluña o declarar un estado de emergencia, lo que implicaría a los militares en la controversia.