Internacional

Ensayo nuclear intensifica crisis global

New York Times News Service

2017-09-04

Washington— La detonación de una quinta bomba nuclear realizada el domingo por Corea del Norte impulsó al gobierno de Trump a advertir que la sola amenaza de usar dicha arma contra Estados Unidos y sus aliados “generaría una extensa respuesta militar”.
Tanto la prueba como la respuesta de Trump despertaron de inmediato dudas en torno a la estrategia presidencial sobre Corea del Norte e iniciaron un nuevo distanciamiento con un importante aliado estadounidense, Corea del Sur, al cual Trump criticó por “hablar de apaciguar” al Norte.
La explosión subterránea fue, con mucho, la más potente que ha efectuado Corea del Norte.
Aunque no había certeza de que se hubiera utilizado una bomba de hidrógeno, como dicho país afirmó, la explosión provocó temblores sentidos en Corea del Sur y en China.
Expertos calcularon que la explosión fue entre cuatro y 16 veces más potente que cualquier hecha antes por Corea del Norte, con mucha mayor poder destructivo que las arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
Pero tras una jornada de juntas entre Trump y sus asesores, dos llamadas telefónicas del presidente y el primer ministro japonés Shinzo Abe, e inclusive exigencias por parte de varios demócratas liberales pidiendo cortar los suministros de energía a Corea del Norte, los colaboradores de Trump admitieron tener ante sí un problema familiar.
Si bien el Pentágono ha presentado diversas opciones militares para atacar sitios nucleares y de misiles en Corea del Norte, se señaló a Tump por no haber garantía de que Estados Unidos pudiera destruirlos todos en un ataque relámpago, según funcionarios enterados al respecto.
Trump dejó entrever una opción extrema: poco antes de reunirse con sus generales, dijo que “Estados Unidos está considerando, entre otras opciones, suspender todo el comercio con cualquier país que haga negocios con Corea del Norte”.

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