El Diario Digital
2017-08-20
Este sábado neonazis marcharon por las calles de Berlin mientras se congregaban antimanifestantes para toparse con ellos, una semana después de que en Charlottesville, Estados Unidos, un mítin supremacista resultara fatal, escribió CNN.
Policías antimotines se mantenían en guardia mientras los manifestantes de derecha se reunían en la capital alemana a fin de conmemorar el aniversario número 30 de la muerte de Rudolf Hess, el segundo de Hitler.
Acudieron alrededor de 500 personas de cada bando, informó la policía.
Declarado culpable en los juicios de crímenes de guerra realizados en Nuremberg, Hess murió en la prisión de Spandou en 1987.
Los simpatizantes de los nazis veneran a Hess debido a que nunca renunció a sus creencias después de la caída del Tercer Reich.
Diseñadas tras la Segunda Guerra Mundial, las estrictas leyes de Alemania prohíben los símbolos nazis y los discursos de odio.
Los organizadores del mítin pidieron a los manifestantes no tocar marchas y caminar en silencio hasta Spandou, demolida a la muerte de Hess. Cada 25 personas podía portarse una bandera alemana imperial. No se les permitió usar vestimentas nazis ni exhibir suásticas, el símbolo nazi.
Mientras los manifestantes derechistas marchaban hasta la sede de la prisión, desde un camión se escuchaba música fúnebre.
Lo antimanifestantes antifascistas coreaban “criminal de guerra”, gritaban “todo Berlín odia a la policía” y avanzaban en dirección a los agentes.
Los vecinos tocaban desde los balcones música a alto volumen, como la canción de Michael Jackson que dice, “no importa si eres negro o blanco”.
Una mujer negra sostenía un letrero con un corazón, ante lo cual los neonazis le gritaron “vete a tu casa”. Ella contestó “Berlín es mi hogar”.