El Diario de Juárez
2017-08-09
La amenaza que el presidente Trump hizo de lanzar ‘fuego y furia’ contra Corea del Norte provocó este miércoles escalofríos en Asia, despertando alarma entre aliados y adversarios y, para algunos observadores, volviendo más real la posibilidad de un conflicto militar por el programa nuclear norcoreano, publicó The New York Times.
Ante la respuesta de Corea del Norte de que, en caso de ser atacada, iría contras las fuerzas estadounidenses destacamentadas en Guam, los analistas advirtieron que la intensificación de las declaraciones elevaba la probabilidad de una guerra ⎯quizá provocada por cálculos equivocados, en caso de que alguno de los bandos interprete mal la encendida retórica del otro.
Funcionarios de Corea del Norte y de Japón señalaron que, no obstante lo tenso de la situación, no se había alcanzado un nivel de crisis.
Sin embargo, en la región hubo quien consideró que el peligro de guerra llevaba décadas sin ser tan claro y estar tan presente. Lo que hace apenas unos años resultaba impensable hoy ya no se ve así, dijeron.
“Vamos a ver una confrontación entre Estados Unidos y Corea del Norte que será feroz, intensa y sangrienta”, opinó Cheng Xiaohe, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin de China en Pekín. Cheng calificó de “explosivas” las palabras de Trump, agregando que la amenaza y la contraamenaza habían generado una etapa nueva de confrontación.
Cheng se dijo desconcertado asimismo ante el momento en que se dieron los comentarios de Trump, días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera las sanciones económicas más severas que Corea del Norte ha recibido por sus programas nucleares y de misiles. La votación unánime se había descrito como el mayor logro diplomático de la administración Trump hasta el momento.
Este miércoles, alrededor de la región los analistas reaccionaron con inquietud e inclusive pronósticos acerca del tono de las palabras de Trump y el progreso sin límites que aparentemente Corea del Norte está haciendo para convertirse en una potencia nuclear, capaz de atacar a Estados Unidos o a otros adversarios lejanos.
Los analistas señalaron no quedar claro que Trump haya considerado a cabalidad las implicaciones de dichos comentarios enérgicos.
Lo anterior, aseguraron, despertaba dudas en torno a la estrategia gubernamental y acerca de si Trump reconocía el precio que algunos de los aliados estadounidenses más fieles, sobre todo Japón y Corea del Sur, podrían pagar por cumplir dicha amenaza.
“Al parecer Trump no entiende lo que significa una alianza, ni parece considerar a su aliado al decir esas cosas”, señaló Byong-chul, miembro en Seúl del Instituto por la Paz y la Cooperación. “Ningún presidente estadounidense ha mencionado la opción militar con tanta facilidad y tan como si nada como él. Pone nerviosos a los habitantes de Corea del Sur, pocos de los cuales quieren que haya guerra en Corea”.
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