Reforma
2017-06-05Ginebra, Suiza– Estados Unidos podría abandonar su membresía en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU si este organismo no deja a un lado su presión sobre Israel y si no reforma el criterio de su membresía.
El martes, se espera que la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, aborde el tema en la apertura de la sesión del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, Suiza.
Luego del anuncio de Trump de abandonar el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, es ahora el máximo órgano de la ONU de defensa y promoción de los derechos humanos el que se encuentra amenazado por el Gobierno de Washington.
En un artículo publicado el fin de semana en el diario The Washington Post, Haley manifestó que el Consejo debe poner fin a su práctica de apuntar malvadamente a Israel para criticarlo.
"Cuando el Consejo aprueba más de setenta resoluciones contra Israel, un país con un sólido historial de derechos humanos, y solamente siete resoluciones contra Irán, un país con un historial de derechos humanos abismal, sabes que algo anda gravemente mal", señaló Haley.
Si bien el Consejo ha adoptado 70 resoluciones sobre los abusos y serias violaciones de derechos humanos de Israel contra el pueblo palestino, las condenas contra Israel han disminuido desde que Estados Unidos se comprometiera de manera activa como miembro del Consejo, especialmente durante la Administración de Barack Obama.
"Estados Unidos ha sido un socio muy valioso y constructivo en el Consejo de Derechos Humanos y ha encabezado numerosas iniciativas importantes, incluyendo las de Siria, Corea del Norte, Sri Lanka e Irán, y en defensa de la libertad de expresión, los derechos LGBT, ampliando el espacio para la participación de la sociedad civil'', comentó a Reforma el portavoz del Consejo de Derechos Humanos Rolando Gómez.
"El Consejo, sin duda, se beneficiará de tal compromiso sólido de Estados Unidos en el futuro'', agregó Gómez, quien subrayó el efecto positivo de Estados Unidos sobre temas fundamentales de derechos humanos.
"Además, a raíz de la participación activa de Estados Unidos, el enfoque sobre Israel y Palestina ha ido disminuyendo. Por ejemplo, sólo una de cada 14 sesiones especiales entre 2010-2016 se dedicó a este conflicto en comparación con las seis que se celebraron entre 2006-2009, según registros.
"Igualmente la cantidad de tiempo invertido en los debates sobre el punto 7 (Territorio Palestino Ocupado) también ha disminuido del 15 por ciento al 8 por ciento durante este período de tiempo", valoró Gómez.
Por su parte, Marc Limon, portavoz del Universal Rights Group, un prestigiado think tank sobre la promoción de derechos humanos, habló con Reforma sobre el polémico punto 7 de la Agenda del Consejo, y además hizo referencia a las exigencias de Washington sobre una reforma con respecto al récord de derechos humanos de sus miembros.
Explicó que durante la Administración de George W. Bush, Estados Unidos no tenía presencia activa en el Consejo, y por lo tanto no fue capaz de influir en las negociaciones sobre el tema antiisrael.
"De hecho, cuando Estados Unidos se involucró en el Consejo con Obama, fue capaz de conseguir importante disminución de resoluciones sobre el punto 7 y Sesiones Especiales antiisrael", observó.
"Y, en segundo lugar, otro motivo de preocupación (para Estados Unidos) es la presencia en el Consejo de los países con registros 'pobres' de derechos humanos'', consideró el experto, quien subrayó que hay más de 90 países que nunca han tenido un asiento en el Consejo.
"Por lo tanto, Estados Unidos debe mantenerse comprometido y presionar para darles una oportunidad a estos países y mejorar así la calidad de sus miembros'', esbozó.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU está formado por 47 miembros de diferentes regiones del mundo y fue formado en 2006 sucediendo a la desgastada Comisión de Derechos Humanos.
Para la embajadora de Estados Unidos, la membresía de numerosos países con dudoso récord en derechos humanos en el Consejo tales como Venezuela, Cuba o Rusia, ha dañado la reputación y credibilidad del organismo.
Se espera que este martes la embajadora estadounidense proponga una reforma urgente del Consejo de Derechos Humanos, pues ha deplorado que el organismo no haya condenado a países con "abismales" récords humanitarios como es el caso de Venezuela y, a su modo de ver, se haya convertido en un refugio para dictadores.
"Venezuela es un miembro del Consejo a pesar de la sistemática destrucción de la sociedad civil por el Gobierno de Nicolás Maduro y de torturas y flagrantes violaciones a la libertad de prensa y de expresión", escribió Haley sin mencionar a países como Arabia Saudí o Egipto, socios comerciales de Estados Unidos.
"Creo que la visión del Consejo de Derechos Humanos todavía se puede alcanzar, pero solamente con cambios. Es responsabilidad de las Naciones Unidas reclamar esta visión y restaurar la legitimidad de los derechos humanos universales'', advirtió Haley.