Internacional

Financia Putin a socios de Trump

Reforma

2017-05-17

Nueva York– VEB, un banco ruso de capital estatal que está bajo el escrutinio de investigadores estadounidenses, financió un trato que implicaba al socio de Donald Trump en la construcción de una torre hotelera en Toronto durante un momento clave del proyecto, según fuentes citadas por The Wall Street Journal.

Alexander Shnaider, un desarrollador ruso-canadiense que construyó el hotel Trump International en Canadá, puso dinero en el proyecto después de recibir cientos de millones de dólares de una venta de activos separada que involucró al banco ruso, cuyo nombre completo es Vnesheconombank.

Shnaider vendió la participación de su compañía en una siderúrgica ucraniana por cerca de 850 millones de dólares en 2010, de acuerdo con S&P Global Market Intelligence.

Según dos personas con conocimiento del acuerdo, citadas por el diario, el comprador, que no se ha identificado públicamente, era una entidad que actuaba para el Gobierno ruso.

VEB inició la compra y proporcionó el dinero.

Investigadores estadounidenses indagan cualquier relación entre las instituciones financieras rusas, Trump y cualquiera de sus allegados.

Como parte de la investigación, se examinan las interacciones entre Trump, sus asociados y VEB, que ahora está sujeto a sanciones estadounidenses, según otra persona familiarizada con el asunto.

El acuerdo de Toronto se suma a la lista de conexiones conocidas entre los socios de Trump y Rusia.

Después de que Shnaider y su socio vendieran su participación en la siderúrgica, Shnaider inyectó más dinero en el proyecto Trump de Toronto, que estaba financieramente en apuros.

El abogado de Shnaider, Symon Zucker, dijo en una entrevista en abril que cerca de 15 millones de dólares de la venta de activos fueron para el proyecto Trump Toronto.

Sin embargo, según el Wall Street Journal, un día después escribió en un correo electrónico que no podía confirmar que dichos fondos fueran usados en el proyecto de Toronto.

Por su parte, un portavoz de la Trump Organization, la firma de bienes raíces de la familia Trump, dijo que Trump no tenía participación en ningún trato financiero con VEB y que la empresa Trump simplemente autorizó su marca para el proyecto de Toronto y gestiona el hotel y las residencias.

VEB no respondió a las solicitudes de comentarios del Wall Street Journal.

En repetidas ocasiones, Trump ha asegurado que no tiene nexos con Rusia.

"Hasta donde sé, ninguna persona con la que trato los tiene (nexos con Rusia)", aseguró en febrero.

El viernes, los abogados de Trump publicaron una carta de dos meses de antigüedad que decía que, un escrutinio de 10 años de las declaraciones de impuestos del presidente, mostraban pocos ingresos, inversiones o deuda de fuentes rusas más allá de los artículos ya conocidos por el público.

VEB es considerado por analistas como un vehículo para el gobierno ruso para financiar proyectos políticamente importantes, incluyendo los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi, asegura el diario.

El año pasado, un ejecutivo de VEB en Nueva York fue sentenciado a prisión tras declararse culpable de conspirar para actuar en los Estados Unidos como agente ruso sin notificar a las autoridades estadounidenses.

A raíz de los hallazgos de las agencias de inteligencia estadounidenses de que los hackers dirigidos por el Gobierno ruso habían interferido en las elecciones de 2016, varias agencias, incluida la Oficina Federal de Investigación, llevan a cabo una pesquisa de contraespionaje para determinar si el personal de campaña de Trump tuvo algún contacto con funcionarios rusos.

Comisiones en la Cámara de Representantes y el Senado también investigan. Las autoridades rusas han negado cualquier interferencia.

En el momento en que Shnaider vendió la participación de su compañía en la siderúrgica, el presidente ruso, Vladimir Putin, era presidente del consejo de supervisión de VEB, por lo que todos los grandes acuerdos tenían que pasar por su aprobación, según un exfuncionario del gobierno ruso y varios expertos rusos.

Más adelante, el banco fue puesto en la lista de sancionados por los Estados Unidos tras la intrusión de Rusia en Ucrania y de su anexión de Crimea hace tres años.

A las entidades estadounidenses se les prohibió implicarse financieramente con el banco.

VEB apareció en los titulares de los medios cuando se supo que su presidente se reunió con el yerno de Donald Trump Jared Kushner, en diciembre.

Un portavoz del banco dijo que los líderes de VEB se reunieron con Kushner y con numerosos ejecutivos financieros globales al desarrollar una nueva estrategia para el banco.

El portavoz de la Casa Blanca Sean Spicer ha dicho que la reunión de Kushner era parte de su papel durante la transición de la Administración Trump.

El proyecto de Toronto fue facturado en 2007 como una empresa conjunta entre Trump y Shnaider, y se proyectaba que costaría unos 500 millones de dólares canadienses.

Trump dijo en ese momento que él administraría las operaciones del hotel y Shnaider desarrollaría la torre, la cual también incluiría condominios, a través de su compañía, Talon International Development Inc.

El proyecto enfrentó problemas financieros. En noviembre, entró en proceso de insolvencia, y, en marzo, un juez aprobó su venta.

Alan Garten, abogado general de la organización Trump, dijo que la compañía no era el propietario, desarrollador o vendedor del proyecto.

Sin embargo, durante 2011 y 2012, medios como The Wall Street Journal y otros reportaron que Trump tenía una participación menor en ella.

Ahora Garten asegura que Trump "no tenía" acciones ni ninguna participación con el financiamiento.

El Trump Toronto Hotel Management Corp. ha recibido al menos 611 mil dólares en honorarios del proyecto desde 2015, según muestran los formularios federales de revelación financiera presentados en mayo pasado.

Los formularios no revelan los ingresos totales de la empresa por el acuerdo.

Poco después del inicio del proyecto, en 2007, alrededor del 85 por ciento de las unidades fueron vendidas.

Durante la crisis financiera, algunos compradores se retiraron y otros no pudieron obtener financiación, según los documentos de la administración judicial.

Midland Resources Holding Ltd., entonces propiedad de Shnaider y un socio, estaba en aprietos por los excesos de costos, muestran los documentos.

Midland Resources había adquirido su participación en la siderúrgica ucraniana, llamada Zaporizhstal, por unos 70 millones de dólares después del colapso de la Unión Soviética.

La transacción de 2010 para venderla fue opaca.

Midland transfirió la propiedad de su parte de la siderúrgica a un comprador sin nombre a través de cinco compañías offshore, según el abogado de Shnaider y documentos judiciales.

La idea del acuerdo fue llevada a un alto ejecutivo de VEB por un ex funcionario del Gobierno ucraniano, según un banquero de inversiones familiarizado con lo sucedido.

Aunque el comprador no fue revelado, un comerciante de acero con conocimiento del acuerdo dijo que VEB en sí terminó con el control de la parte de Midland en la siderúrgica.

En ese momento, las entidades rusas vieron que ganar el control sobre grandes activos industriales en Ucrania tenía un valor estratégico para los intereses políticos rusos en el futuro, dijo otro banco de inversión con conocimiento del acuerdo al Wall Street Journal.

Zucker, abogado de Shnaider, aseguró que Midland Resources nunca ha tenido ninguna relación con VEB y no dictamina dónde adquieren préstamos sus compradores.

El abogado se negó a identificar al comprador, citando disposiciones de confidencialidad. Sólo dijo que era un grupo industrial de Ucrania.

Las compañías del Shnaider continuaron bombeando el dinero para la torre de Toronto mientras batallaba para permanecer a flote, según su abogado y documentos de la Corte.

Más tarde, Shnaider se vio envuelto en una batalla legal con las compañías de Trump por cuestiones de gestión. La Organización Trump no quiso hacer comentarios al respecto.

En noviembre, un juez canadiense puso la torre en suspensión de pagos. La compañía de Trump debía a 116 mil 165.72 dólares canadienses, y la compañía de Shnaider hasta 105 millones de dólares canadienses, según documentos del tribunal.

Recientemente, un juez aprobó la venta del edificio a una firma de inversión con sede en California por unos 220 millones de dólares, reporta The Wall Street Journal.

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