Internacional

Dan nombres de terror en Zambia

Reforma

2017-03-29

Ciudad de México– En Zambia y en algunas zonas de Zimbabwe es común que los padres, especialmente en las zonas rurales, inviten a los ancianos de la comunidad a elegir el nombre de un recién nacido.

A veces el jefe quiere castigar a la familia o puede pensar que este nuevo niño es demasiado para la familia y que esta no podrá soportarlo, así que en el nombre elegido queda ese reflejo.

El reportero de la BBC, Chris Haslam, se encontró con una cantidad sorprendente de elecciones traumáticas: Chilumba que significa la tumba de mi hermano, Balaudye (me comerán), Soca (mala suerte) y Chakufwa (está muerto).

Haslam comentó que le presentaron a un niño de 9 años llamado Komasi, cuyo nombre significa "mátalo", y a su hermanito, Komaniso, que significa "mátalo también".

Por supuesto, también hay con los ejemplos contrarios como Daliso (bendiciones) y Chikondi (amor).

"En la cultura africana existe la tendencia de nombrar a los niños según las circunstancias que rodean su nacimiento", explicó a la cadena británica Clare Mulkenga-Chilambo de la organización caritativa SOS Children's Villages en Zambia.

"Es una tradición buena para aquellos nacidos en momentos brillantes y alegres, pero desafortunada para los demás".

El VIH ha devastado al país, y si bien las tasas de infección están disminuyendo, en 2015 se registraron 55 mil nuevos casos en adultos y 5 mil en niños. Se estima que 380 mil menores han quedado huérfanos y 85 mil viven con este virus.

Testimonio de ello son niños llamados Massiye (huérfano), Chisonis (tristeza) o Chimwamsozi (bebedor de lágrimas).

"La mayoría de los zambianos tienen varios nombres", señaló Kangachepe Banda, cuyo nombre significa "pudiente" o "riqueza".

"Estos ejemplos son del primer nombre, llamado zina la bamkombo, es decir, el nombre del cordón umbilical", agregó.

"Después del parto, madre e hijo se esconden hasta que el cordón caiga. Ese día el bebé es presentado a familiares y vecinos, y la persona honrada con la elección del nombre toma su decisión".

Mulkenga-Chilambo aclaró que la mayoría de las personas recurren al cristianismo y tras el bautismo reciben otros nombres como José o María.

"Esto les da la oportunidad de renunciar a su nombre tradicional, que a menudo se ve como la causa de cualquier desgracia que puedan haber enfrentando en sus vidas".

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