Internacional

Muertas en incendio de Guatemala intentaron protestar contra abusos

Reforma

2017-03-08

Ciudad de México– Un total de 19 niñas murieron y otras 38 resultaron heridas por un incendio que se registró en el Hogar Seguro, cuando las jóvenes intentaron protestar por los abusos sexuales y físicos que sufrían.

La secretaria general del Ministerio Público, Mayra Véliz, dijo que de las 19 muertas, 17 fueron por quemaduras y de las otras dos aún están siendo investigadas las causas; de acuerdo con Prensa Libre.

Según las primeras pesquisas, el fuego fue originado por ellas mismas en unos colchones, explicó a la prensa el defensor de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), Abner Paredes.

Un centenar de personas se concentran en las inmediaciones y entre llanto, súplicas y clamores exigieron a las autoridades las identidades de los fallecidos y los heridos, pues hasta el momento no han recibido información.

Supuestamente las menores heridas y las que murieron intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar, concretamente este miércoles, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer.

Aunque las trabajadoras del sector de mujeres intentaron apagar las llamas con varios extintores, el fuego se propagó rápidamente.

El trabajador de la Procuraduría dijo a la prensa que fiscales del MP están ahora investigando los hechos y que también se espera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie por unas medidas cautelares solicitadas en noviembre del año pasado por la institución en este caso.

Uno de los jóvenes que salió, Daniel, de 16 años, contó a periodistas entre sollozos que las niñas fallecidas estaban encerradas en una escuela bajo llave después de una revuelta que se organizó ayer, cuando 40 muchachos intentaron escapar, aunque luego fueron reubicados.

El pequeño, acompañado de algunos familiares, señaló que las autoridades no las ayudaron, que tardaron mucho en reaccionar y que no les dejaron entrar para socorrerlas.

"Se quedaron parados. Las conocíamos. Nosotros queríamos ayudar pero no nos dejaron", dijo antes de abrazarse con su familia.

Con los ojos llorosos y la cabeza cabizbaja, padres, madres y hermanos de algunos de los recluidos exigen saber la verdad.

El padre de Pablo, un niño de 14 años, contó que su hijo está en el centro, pero desconoce su estado.

Sin embargo, no duda en denunciar que al igual que muchos otros que están dentro es víctima de abusos.

"Eso es trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le pregunto quién se los hizo se molesta", asegura este hombre, que prefiere no dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.

Un grupo de mujeres comentó los testimonios que en su día contaban los pequeños y aseguran que son golpeados y violados.

"No son criminales ni animales. Son niños, son personas, son adolescentes", gritó una de ellas.

Otra añadió: "La comida es más mierda. Todo es un desastre. Aquí los tratan peor que uno. Si mi hijo era un rebelde ahora con cholos (pandilleros) peor. Aquí no los cuidan nada".

El centro ha estado envuelto en polémica desde el año pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.

Las autoridades investigan desde entonces los hechos y una juez decretó el cierre paulatino del centro, motivo que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la expresidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a acudir al lugar para verificar la situación.

Decenas de policías, bomberos, miembros de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (Conred) y la Cruz Roja, entre otros, se encuentran en el lugar, al que se prohibe el acceso a la prensa, que se amontona en los alrededores y algunos de los cuerpos han empezado a salir.

La casa hogar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, tiene a unos 748 menores, aunque su capacidad es de 400.

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