Internacional

Rusia no sabe qué hacer con Edward Snowden

Agencias

2017-02-11

Moscú– Moscú sabía que los filtradores que se la juegan a sus adversarios son sus amigos. Pero las nuevas oportunidades que la llegada al poder de Donald Trump abre para Rusia convierten a Edward Snowden en una papa caliente que además, ha salido respondona criticando desde su misterioso refugio en Rusia la política interior llevada a cabo por Moscú. Según la cadena de televisión estadounidense ‘NBC’ el Kremlin baraja la posibilidad de extraditar a Snowden como gesto para ganarse el favor del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.
El nuevo líder de EEUU se ha mostrado siempre más comprensivo con Rusia que su antecesor, Barack Obama y parece dispuesto a recomponer las relaciones. Pero con Snowden ha sido siempre severo. En 2013, Trump dijo que Snowden era un “espía” y un “traidor” y afirmó que “debería ser ejecutado”, una opinión también expresada por su elegido para dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo.
Edward Snowden se enfrentaría EEUU hasta 30 años de prisión por espionaje y robo de propiedad del Gobierno, aunque desde su entorno se recuerda que hasta la fecha la justicia norteamericana no ha presentado cargos formales contra Snowden y tampoco ha solicitado su extradición. “En Rusia no hay ninguna base legal para la entrega de Snowden. Todo lo que se dice son puras conjeturas”, ha dicho al servicio de noticias de ‘Interfax’ Anatoli Kucherena, el abogado que defiende en Rusia los intereses del ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Y recordó que Snowden cuenta con un permiso de residencia en el país, “lo que significa que tiene los mismos derechos y deberes que los ciudadanos rusos”.
Según la información emitida por la ‘NBC’, un “alto cargo de EEUU” que tuvo acceso a una serie de “informes de Inteligencia de contenido muy sensible” constata que la entrega de Snowden sería la “estratagema favorita” de Moscú para “ganarse la confianza” de Trump. Y una segunda fuente de los servicios de inteligencia estadounidense aseguró a la cadena que tales “conversaciones” se están llevando a cabo con Rusia.
Fiel a su estilo irónico, Snowden ha aprovechado los rumores de su canje para destacar en un mensaje emitido hoy desde su cuenta de Twitter que todo esto supone una “evidencia irrefutable” de que no es un “traidor” y de que no ha cooperado con los servicios de inteligencia.
Snowden siempre ha defendido que las conversaciones sobre su extradición son la mejor prueba de que es “independiente” y de que “siempre trabajó por EEUU”.
El joven analista saltó a la fama en 2013 tras revelar a la prensa los programas secretos de espionaje de la controvertida NSA. El analista huyó a Hong Kong y después se refugió en Moscú, donde pasó varias rocambolescas semanas supuestamente escondido en algún lugar de la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremetievo. El misterio duró hasta que recibió en agosto de 2013 el asilo por un año. En 2014 Rusia le otorgó el permiso de residencia por tres años y recientemente lo extendió hasta 2020. Su paradero concreto se mantiene en secreto, pero su estatus le permite viajar por el país y también al extranjero, y le da margen para optar a la nacionalidad rusa, algo que su abogado ve prematuro hasta que no llegue 2019.

Snowden, “en calidad de regalo”
Precisamente esta semana Snowden criticó este miércoles el controvertido conjunto de leyes antiterroristas propuesto el pasado año por la vicepresidenta de la Duma (el Parlamento ruso), Irina Yarovaya, que se conoce como “paquete de Yarovaya”. Entre estas medidas destaca la cadena perpetua para las personas que sean declaradas culpables de terrorismo internacional. También se podrá condenar hasta a 10 años de prisión a quienes financien actos terroristas internacionales o incluso a los que llamen a otros a cometerlos. Y toda persona mayor de 14 años será juzgada como adulto en caso de cometer actos de esta naturaleza. Según Snowden, este paquete de medidas se asemeja al “Gran Hermano” y “viola no solo los derechos ciudadanos, también el sentido común”. No es la primera vez que el filtrador refugiado en Rusia critica las políticas del gobierno de Moscú.
La ‘devolución’ de Snowden está más encima de la mesa que nunca. El mes pasado el ex jefe adjunto de la CIA, Michael Morell, sugirió que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene una oportunidad de mejorar las relaciones con EEUU enviando Snowden, “en calidad de regalo” a su homólogo estadounidense. El Ministerio ruso de Exteriores calificó de inaceptable esa propuesta a través de su portavoz, María Zajarova.
Antes de alcanzar la Casa Blanca el empresario neoyorquino dijo que si él fuera presidente en lugar de Barack Obama, Putin lo devolvería. Pero a día de hoy Moscú encontraría difícil vender a sus seguidores en todo el mundo esta ‘traición al traidor’. También dentro de casa hay algunas resistencias: el 71% de los rusos está en contra de mejorar las relaciones ruso-estadounidenses a costa de la extradición del ex técnico de los servicios secretos de EEUU. Un rechazo que sube el 89% entre las personas familiarizadas con el caso, de acuerdo con una encuesta realizada por ‘Wciom’. (Con información de El Mundo)
 

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