Internacional

Víctimas del ataque en Estambul provenían de unos 12 países

The New York Times

2017-01-02

Nueva York— Abis Rizvi había grabado una película de acción sobre tigres en Bollywood. Leanne Nasser había insistido en viajar desde Israel, a pesar de que su padre estaba preocupado por su seguridad. Haykal Mousallem, un entrenador físico, había viajado con su esposa desde El Líbano para iniciar el nuevo año. Allí también estuvo celebrando Nawras Assaf, quien era dueño de un bar en Jordania.

Estas cinco personas murieron el domingo por la mañana en el ataque perpetrado por un hombre armado que entró a un club nocturno en Estambul, en la costa del Bósforo, y abrió fuego durante la celebración del Año Nuevo.

Pese a que Turquía fue afectada por un intento de golpe de Estado, un asesinato y múltiples ataques terroristas, la discoteca Reina todavía era un oasis vibrante, frecuentado por turcos y muchos extranjeros procedentes del Medio Oriente o del sur de Asia.

Su audiencia era muy variada en nacionalidades y credos. Los asiduos al local compartían el entusiasmo por verse bien, divertirse, y los medios económicos para poder pagar una noche cara en la ciudad.

Al menos 25 de las personas asesinadas eran extranjeros, según la agencia de noticias Anadolu.

Según informaciones periodísticas y declaraciones del gobierno, algunos de los fallecidos eran ciudadanos de Bélgica, Canadá, Francia, India, Irak, Israel, Jordania, El Líbano, Libia, Arabia Saudita y Túnez.

En parte debido a las restricciones en la cobertura de noticias, el domingo se tenía muy poca información sobre las víctimas turcas del ataque, aunque se supo que un joven policía y un agente de viajes estaban entre los fallecidos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Túnez dijo que un tunecino y una franco-tunecina habían sido asesinados en el ataque. Associated Press, citando al embajador de Túnez en Francia, dijo que las víctimas eran Mohamed Azzabi y su esposa, Senda Nakaa, quienes tenían una hija de cinco meses.

Entre los fallecidos había por lo menos un alemán, que tenía la doble nacionalidad germano-turca, y un residente turco de Alemania, aunque no está claro si esa persona tenía un pasaporte alemán.

En un comunicado publicado en Twitter, Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá confirmó que una canadiense había muerto en Turquía.

“Lamentamos la pérdida sin sentido de una ciudadana canadiense y permanecemos firmes en nuestra determinación de trabajar con aliados y socios para combatir el terrorismo y responsabilizar a los perpetradores”, dijo.

AP informó que Ali Akyil, padre de una víctima belga, había llegado a Estambul para recoger el cadáver de su hijo de 23 años. La agencia de noticias Anadolu dijo que el joven era de familia turca y había ido a Estambul para la fiesta de Año Nuevo.

La muerte de Rizvi, el productor de Bollywood, fue confirmada por Sushma Swaraj, la ministra de Relaciones Exteriores de la India, quien dijo que estaba haciendo los arreglos para que la familia viajara a Turquía.

Rizvi provenía de una destacada familia dedicada a los bienes raíces en Mumbai; su padre, Akhtar Hasan Rizvi, es un exmiembro de la Cámara Alta del Parlamento indio. Un hermano menor de Rizvi murió de cáncer en 2009, dijo Rashid Rizvi, primo del productor, en una entrevista telefónica.

Rizvi era un apasionado por el cuidado del medioambiente y en 2014 produjo una película titulada 'Roar: Tigers of the Sundarbans', ambientada en una región bengalí que es famosa por su bosque de manglares. En el filme, un joven fotoperiodista rescata a un tigre blanco aprisionado por la trampa de un cazador furtivo. La madre vengativa del tigre emprende la búsqueda de su cachorro, mata al periodista, y luego es perseguida por los oficiales de seguridad.

Miembros de los sectores artísticos de Mumbai expresaron en Twitter su pena. Rouble Nagi, artista y coleccionista, dijo que Rizvi era un buen amigo al que había visto hace unos días. Shagufta Rafique, una guionista, escribió que se había quedado “sin palabras” al enterarse de su muerte.

“¡Esta vez nos golpean directamente en casa!”, escribió Nora Fatehi, una de las actrices de Roar. “¡Nunca imaginé que perdería a alguien por estos ataques malvados que escuchamos día a día!”. Ella calificó el ataque como un acto de “salvajismo inhumano”.

En la India, la familia y los amigos de la diseñadora Khushi Shah, de 27 años, también estaban de luto por su muerte. Ella estudió moda en París y Londres, sus elegantes vestidos eran utilizados por actrices y celebridades de Bollywood y había viajado a Estambul por negocios.

En su cuenta de Twitter, Shah transmitía el orgullo de alguien que había logrado triunfar en el mundo de la moda y publicaba fotografías de actores y actrices famosos en su país que lucían sus diseños. “Amo ver a muchachos diabólicamente guapos usando mis diseños”, escribió recientemente.

Nishant Ramani, una de sus amigas, dijo que después de enterarse del ataque la familia había llamado frenéticamente al celular de Shah y al hotel donde se alojaba, pero no pudieron contactarla. Después de horas de espera, finalmente se enteraron de que había muerto porque la ministra de Relaciones Exteriores de India llamó a su padre. Su hermano mayor, Akshay Shah, se trasladó a Estambul para reclamar el cuerpo.

Amigos y colegas usaron Twitter para expresar su pena. “La vida es muy impredecible. Mi corazón está con las familias que han perdido a sus seres queridos. RIP @Khushiz1”, escribió la actriz india Shilpa Shetty.

Nasser, la joven israelí que murió en el ataque, era de Tira, una ciudad árabe-israelí. Un hombre que viajó con ella fue hospitalizado con heridas de bala. Se informó que otros dos amigos escaparon ilesos.

El padre de Nasser, Zaher, le dijo al sitio de noticias israelí Ynet: “Sé que la situación de seguridad en Turquía no es simple. Antes de irse le pedí que no viajara pero, a mi pesar, ella insistió”.

Nasser fue la segunda mujer israelí asesinada en un ataque terrorista en el extranjero en menos de dos semanas. Dalia Elyakim, residente de la ciudad costera de Herzliya, estaba visitando Berlín con su esposo cuando el 19 de diciembre un camión irrumpió en un mercado navideño matándola a ella y a otras 11 personas.

Según Reuters, la muerte de Mousallem, el empresario libanés que había ido a Estambul con su esposa, fue confirmada por sus familiares.

Stephanie Deek, una mujer libanesa que conocía a Mousallem y su esposa, dijo que se habían casado hacía sólo cinco meses. “Fue al baño y su esposa estaba esperándolo cuando ocurrió el ataque”, dijo Deek. “Ella corrió hacia afuera pero no pudo encontrar a su marido”.

“Estoy muy triste. No puedo describir cómo me siento. No esperaba encontrarlo aquí. Creía que estaba desaparecido”, expresó Deek, en las afueras del departamento forense de Estambul.

El gobierno jordano dijo que dos ciudadanos de ese país estaban entre los muertos. Uno de ellos fue identificado como Nawras Assaf, propietario del Pi Lounge & Bar en Amán, la capital jordana. Era padre de tres hijos y cuñado del ministro de agua de Jordania. Su esposa resultó herida.

“Ustedes son cobardes y traidores”, escribió uno de sus amigos, Yazeed Massarweh, en Facebook. “Que Dios le otorgue descanso a tu alma Nawras, mi risueño y sonriente amigo, y que tu familia tenga paciencia”. Otro amigo, Jamal Lattouf, escribió: “Muy triste por la muerte de mi amigo Nawras Assaf en el salvaje ataque de Estambul. Descansa en paz”.

El otro jordano asesinado se llamaba Mohammad Sarraf y era un hombre de negocios.

Al menos dos personas muertas en el ataque tenían doble ciudadanía. Una era la ciudadana francesa de origen tunecino que murió con su marido, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia. Otro era un ciudadano belga de ascendencia turca, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bélgica.

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