Internacional

Haití, sumido en el desastre

AFP

2016-10-08

Jeremie, Haití— La magnitud de la devastación que dejó el huracán Mateo en Haití quedó patente ayer, tres días después de que el ciclón arrasara el sur del país dejando más de 400 muertos.
Mientras el fenómeno amenazaba las costas de Estados Unidos, el presidente Barack Obama urgió a los estadounidenses a hacer donaciones a Haití, donde millones de personas necesitan asistencia tras el último desastre en golpear al país más pobre de las Américas.
Además, debieron postergarse las ya demoradas elecciones presidenciales y legislativas previstas para hoy por el paso del huracán.
Mientras Puerto Príncipe, capital y principal ciudad, casi no sufrió daños, el sur del país quedó devastado.
Imágenes aéreas de la zona golpeada por el huracán muestran un paisaje en ruinas con pequeñas chozas de lata arrasadas y sin techo, árboles caídos por doquier, y el suelo cubierto por el lodo de los ríos desbordados.
Herve Fourcand, un senador del departamento Sur, quien pudo sentir la fuerza de Mateo, dijo que varias localidades permanecen aisladas por las inundaciones y los deslaves.
Jeremie, un pueblo de 30 mil habitantes que estuvo inaccesible hasta el viernes pasado, recibía a los visitantes con escenas de desolación, sin energía eléctrica por la destrucción del cableado y con las comunicaciones interrumpidas.
Prácticamente todas las casas de chapa han sido destruidas y solo pocas construcciones de concreto quedaron en pie.
“Es como si alguien tuviera un control remoto y solo apretara el botón del viento para subirlo más y más”, dijo Carmine Luc, una mujer de 22 años.
“Cuando el techo de mi casa voló, me aferré a la pared con la mano izquierda y con la derecha sujeté con todas mis fuerzas a mi hijo de tres años, quien gritaba”, dijo la mujer.
Un barco con una carga de nueve contenedores de comida y medicamentos fue enviado a Dame Marie, en el departamento de Grand'Anse, en el oeste.
“Probablemente fue el departamento más duramente golpeado y las condiciones no permiten el aterrizaje de helicópteros”, dijo a la AFP el ministro del Interior, Francois Anick Joseph.
“Así que hacemos lo mejor que podemos para ayudar a los afectados”, señaló.
Convoyes de ayuda fueron enviados por tierra, aire y mar a otras zonas afectadas de Grand'Anse, incluidos helicópteros militares que transportaron 50 toneladas de agua, comida y medicamentos.
Más al sur, Les Cayes, el tercer poblado de Haití, quedó muy dañado. En Sous-Roches, un tranquilo vecindario frente a la playa, todo quedó convertido en un caos de lodo y árboles destrozados.
El nivel del río comenzó a bajar, pero el agua quedó revuelta por las inundaciones del mar durante las horas que azotó el huracán categoría cuatro tras tocar tierra el martes.
“Pensé que iba a morir. Vi el rostro de la muerte”, dijo Yolette Cazenor, una mujer de 36 años, parada frente a una casa partida en dos por una palmera de coco que cayó sobre ella.

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