Internacional

Mueren 11 policías por camión-bomba en Turquía

Associated Press

2016-08-26

Ankara, Turquía— Al menos 11 policías murieron y 78 personas resultaron heridas este viernes en un ataque de milicianos kurdos que detonaron un camión-bomba en un control policial en el sureste de Turquía, según la agencia estatal turca de noticias.
El estallido se produjo en un control situado a 50 metros (yardas) de una comisaría cerca de la localidad de Cizre, en la provincia de Sirnak, dijo Anadolu.
Nadie reclamó en un primer momento la autoría del ataque, que se suma a una serie de atentados contra vehículos e instalaciones policiales y militares. Las autoridades atribuyeron esos ataques a miembros del Partido de los Trabajadores del Curdistán, o PKK.
El primer ministro, Binali Yildirim, confirmó la cifra de muertos y dijo que se había tratado de un ataque suicida con un camión lleno de explosivos. Prometió “destruir a los terroristas”.
“Ninguna organización terrorista puede tomar como rehén a la República Turca”, dijo a la prensa en Estambul. “Les daremos a estos canallas la respuesta que se merecen”.
Imágenes de televisión mostraban una nube de humo negro elevándose desde el camión destrozado. La comisaría, un edificio de tres plantas, quedó muy dañada por la detonación.
Tres de los heridos eran civiles, según la oficina del gobernador de Sirnak. El Ministerio de Sanidad dijo haber enviado doce ambulancias y dos helicópteros al lugar.
La violencia entre el PKK y las fuerzas de seguridad se reanudó el año pasado tras el colapso de un frágil proceso de paz entre el Gobierno y el grupo armado. Cientos de efectivos de seguridad han muerto desde entonces.
Turquía también ha sufrido un aumento de los ataques atribuidos a milicianos islamistas, como un atentado suicida contra una boda curda en el sureste de Turquía en el que murieron 54 personas la semana pasada, o un ataque al principal aeropuerto de Estambul el pasado junio, en el que murieron 44 personas.
Ankara envió esta semana varios tanques al otro lado de la frontera con Siria para ayudar a rebeldes sirios a arrebatar una ciudad al grupo Estado Islámico.
Desde que se reanudaron las hostilidades con el PKK el pasado verano han muerto más de 600 agentes de seguridad turcos y miles de milicianos del PKK, según la agencia Anadolu. Grupos de derechos humanos afirman que cientos de civiles han muerto también.
El PKK está considerado como un grupo terrorista por Turquía y sus aliados.
Los ataques contra la Policía se produjeron mientras el país aún se recupera de un violento intento de golpe de Estado el 15 de julio, en el que murieron al menos 270 personas. El Gobierno ha atribuido la insurrección fallida a partidarios del clérigo musulmán Fethullah Gulen y ha lanzado una amplia campaña de persecución contra los seguidores del religioso, que vive en Estados Unidos.

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