Internacional

Ligan al zika con calentamiento global

Reforma

2016-02-18

Ciudad de México— La emergencia global de salud pública que involucra a bebés deformados surgió en el 2015, el año más caluroso en los registros históricos, con un brote de una enfermedad transmitida por mosquitos de clima caluroso en Brasil. ¿Puede eso ser una coincidencia?
Los científicos dicen que tardarán años en descubrirlo, y señalaron otros factores que podrían haber jugado un papel más importante en desatar la crisis. Pero estos mismos expertos añadieron que la epidemia del zika y la propagación relacionada del dengue, que enferma a hasta 100 millones de personas al año y causa la muerte de miles, deberían interpretarse como una advertencia.
Durante las próximas décadas, es probable que el calentamiento global provoque un aumento en el alcance y la velocidad del ciclo de vida de los mosquitos que transmiten estos virus, al fomentar su propagación incluso en países de clima templado como Estados Unidos.
Investigaciones recientes sugieren que en el peor de los casos, que involucra emisiones globales altas aunadas a un rápido crecimiento poblacional, el número de gente expuesta al mosquito principal podría aumentar más del doble, de alrededor de 4 mil millones actualmente a hasta 8 mil millones o 9 mil millones de personas para fines de este siglo.
"A medida que el calentamiento global continúe, va a volverse más difícil controlar a los mosquitos", dijo Andrew Monaghan, quien estudia la interacción entre clima y salud en el Centro Nacional para Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado, a The New York Times.
"Entre más calor haga, más rápido pueden desarrollarse de huevo a adulto, y más rápido pueden incubar virus".
En entrevistas, expertos señalaron que ninguna epidemia ha sido alguna vez resultado de una sola variable.
En lugar de eso, siempre involucran interacciones entre genes, ecología, clima y comportamiento humano, lo que presenta dificultades profundas para los científicos que intentan analizar por separado los factores involucrados.
Las epidemias del zika y el dengue son ejemplos de eso. Los virus son transmitidos en gran parte por el aedes aegypti, el mosquito de la fiebre amarilla. Dicho insecto se adaptó desde hace mucho a vivir en asentamientos humanos, y desarrolló un gusto simultáneo por la sangre humana.
Varios expertos señalaron en entrevistas que un motivo importante de los brotes de la enfermedad era muy probablemente la expansión del número de personas en riesgo, a través de la urbanización, el crecimiento poblacional y los viajes internacionales. Consideran que el cambio climático es un factor que empeora una situación de por sí llena de peligro.
En principio, el riesgo de que el calentamiento global continúe aplica no sólo a países templados, sino a ciudades a gran altitud en países tropicales. Por ejemplo, los investigadores observan con atención a la Ciudad de México.
Con 21 millones de habitantes, la Ciudad de México es la metrópolis más grande del Hemisferio Occidental. Aunque las zonas bajas del País se ven asediadas por mosquitos de la fiebre amarilla y los virus que transmiten, la capital mexicana se encuentra en un valle a gran altitud que, hasta el momento, ha sido demasiado frío para los mosquitos.
Sin embargo, las temperaturas van en aumento y, en fechas recientes, se han detectado cantidades bajas de mosquitos cerca de la Ciudad de México.
"El mosquito está al bajar la colina, literalmente", dijo Monaghan a NYT.
"Pienso que existe todo el potencial para que se dé una transmisión de virus si las condiciones climáticas se vuelven un poco más aptas".

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