Associated Press
2016-02-05Madrid— El gobierno de España emprenderá acción legal para frenar la creación de un departamento de asuntos exteriores por parte del gobierno regional de Cataluña.
Los abogados del gobierno pedirán a la Corte Constitucional del país ordenar la suspensión de la cancillería, la cual tiene como fin buscar apoyo en el extranjero a la secesión catalana, informó el viernes a la prensa el ministro español de Justicia Rafael Catalá.
Catalá dijo que la política exterior española sólo puede ser establecida por el gobierno central en Madrid.
El gobierno de Cataluña aprobó en enero la creación de su departamento de asuntos exteriores y nombró al destacado político independentista Raül Romeva para encabezarlo.
El parlamento regional, donde los legisladores separatistas son mayoría, ha emprendido un proyecto de 18 meses para transformar Cataluña, en el norte de España, en una nueva nación mediterránea para 2017.
El gobierno central en Madrid considera que este esfuerzo es inconstitucional y debe ser detenido.
La consejera del gobierno catalán Neus Munté defendió la “plena legalidad” de la consejería de exteriores e indicó que el gobierno español actúa de forma desesperada para desviar la atención del fracaso del presidente en funciones Mariano Rajoy de formar un nuevo gobierno tras las elecciones de diciembre que no dieron resultados concluyentes.
“Esta decisión por parte del gobierno en funciones nos muestra los últimos coletazos de un ejecutivo en franca decadencia y en sus horas más bajas”, dijo Munté a la prensa.
El Partido Popular de Rajoy obtuvo la mayoría de los votos, pero no logró alcanzar la mayoría parlamentaria que disfrutó en el periodo 2011-2015. Rajoy tampoco logró el apoyo de los otros partidos para formar una coalición o un gobierno con minoría, lo que hizo que el rey Felipe VI pidiera esta semana al líder del socialista Pedro Sánchez, intentar formar un gobierno.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez quedó en segundo lugar en las elecciones del 20 de diciembre y obtuvo gran apoyo de los votantes molestos por el desempleo, los recortes por austeridad y casos de corrupción de funcionarios.
Las negociaciones se complican por la petición del nuevo partido Podemos de permitir que los catalanes organicen un referendo para su independencia, a la que se oponen el gobierno central en Madrid, el PSOE y el nuevo partido Ciudadanos.