Agencias
2015-04-28
Katmandú— El primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, advirtió hoy que el número de muertos por el terremoto de 7.8 grados Richter del sábado pasado en el país podría superar los 10 mil, el doble de los más de cinco mil confirmados hasta ahora.
"La cifra de muertos podría alcanzar los 10 mil porque la información desde las aldeas remotas afectadas aún está por llegar", afirmó Koirala, tras una reunión con miembros de su gabinete para examinar la situación de emergencia que vive el país a tres días del fuerte sismo.
El primer ministro nepalí, quien estaba en Indonesia cuando el terremoto golpeó Nepal, dijo este martes que el gobierno está enviando desesperadamente la ayuda necesaria para los sobrevivientes; carpas, agua y alimentos, sin embargo, admitió que ésta ha sido insuficiente.
Reconoció que su administración ha sido incapaz de llevar ayuda área a aldeas remotas de la región del Himalaya e incluso iniciar los esfuerzos de rescate en muchas de ellas, debido a la falta de equipos espaciales y expertos en rescate, según reporte de la televisión Al Yazira.
Koirala dijo que el envío de ayuda a algunas de las zonas más afectadas representa un "gran desafío", ya que el terremoto afectó, según agencias de la ONU, a unas ocho millones de personas, una cuarta parte de la población del país asiático.
"El gobierno está haciendo todo lo posible para el rescate y la asistencia en pie de guerra. Es un reto y un momento muy difícil para Nepal", manifestó el jefe de gobierno nepalí, quien ha ordenado a los rescatistas intensificar la búsqueda de cadáveres en las zonas más afectadas.
A tres días del terremoto, los equipos de rescate aún no han logrado llegar a las zonas afectadas de la localidad de Lamjung, el sitio del epicentro del terremoto, ubicada a unos 77 kilómetros al oeste de Katmandú.
Las declaraciones del primer ministro se dieron a conocer después de que el ministerio del Interior confirmó que hasta esta tarde el número de muertos por el sismo era de cinco mil 057, mientras que los heridos sumaban un total de 10 mil 915.
En algunos lugares de esta capital, como la plaza Durbar Basantapur, los equipos de rescate trabajaban a marchas forzadas para remover los escombros en busca de posibles sobrevivientes que pudieran haber quedado atrapados debajo y para recuperar los cadáveres.
Lluvias torrenciales azotan desde hace unas horas amplias zonas de Katmandú, lo que obstaculiza los esfuerzos de los rescatistas y agrava el sufrimiento de miles de personas que quedaron sin hogar por el sismo.
Muchos lugareños acampan en y los alrededores del parque Nagpuri de esta capital, protegidos bajo mantas improvisadas y en calma, pese la pérdida de familiares y/o de los bienes que lograron con largos años de trabajo.
En tanto, personal médico, enfermeras y voluntarios de todos los hospitales de la capital trabajan sin parar, con los recursos mínimos y el riesgo de que se agote el material de primeros auxilios y sobre todo, el suministro de sangre.
Para evitar la propagación de enfermedades, tuvieron lugar durante toda esta madrugada cremaciones masivas, después de que el gobierno ordenó la quema de los cuerpos recuperados de entre toneladas de escombros.
En el campamento base del Everest, donde el sismo provocó una avalancha, todos los escaladores que quedaron varados fueron rescatados durante el lunes en tres helicópteros, aunque unos 250 alpinistas aún siguen desaparecidos.
Se estima que alrededor de 350 escaladores extranjeros y guías locales se encontraban el sábado en alguna zona del Everest, la montaña más alta del mundo, cuando se produjo el terremoto, el más intenso que afecta Nepal en más de 80 años.