Internacional

Doce personas pierden la vida en Chile por inundaciones

Associated Press

2015-03-29

Santiago, Chile- El norte de Chile trataba de levantarse, iniciar las tareas de reconstrucción y limpiar el lodo que inunda todo después que las autoridades informaron el domingo que las lluvias más graves que ha sufrido la zona en 80 años dejaron 12 muertos y 20 desaparecidos.

Se estima que la cifra de muertos podría aumentar una vez que se restablezca la conectividad en la zona, ya que muchos pueblos continúan aislados, sin agua, electricidad o comunicaciones y varias carreteras permanecen aún cortadas.

Además, el gobierno dijo que hay más de 4.600 personas damnificadas y 5 mil 584 en los albergues, con lo que más de 10 mil personas se habrían visto afectadas por el momento por las consecuencias de los aluviones.

La presidenta Michelle Bachelet calificó el panorama como "desolador", después de haber viajado a la zona y afirmó que "es altamente probable que haya más fallecidos y un número importante de desaparecidos".

Las televisoras locales mostraban imágenes de devastación varios días después de la catástrofe, que se inició en la madrugada del martes. Al cesar las lluvias, la luz del sol fue reveló claramente el nivel de destrucción dejado por las aguas. El gobierno iniciará el lunes un catastro para establecer el daño en viviendas.

Las fuertes lluvias produjeron el desborde de los ríos cuyo cauce había permanecido seco durante años, los que partieron en dos las ciudades de Copiapó, Chañaral, Tierra Amarilla y Taltal, alguna de las más dañadas. Otras pequeñas localidades como Alto del Carmen o Diego de Almagro fueron parcial o casi totalmente arrasadas por el paso del agua, que se llevó consigo cientos de casas en toda la región.

Este domingo muchas ciudades en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, las tres afectadas por las inundaciones, se encuentran todavía sumergidas bajo una gruesa capa de lodo.

Según un catastro preliminar del ministerio de Vivienda, sólo en Atacama habría más de 14.000 viviendas dañadas, 9.000 de ellas en Copiapó, 800 kilómetros al norte de Santiago, donde en algunos sectores de la ciudad el barro aún superaba el metro de altura. Aún ``tenemos casi un 80% de la ciudad enterrada'', dijo el sábado el alcalde de la ciudad, Maglio Cicardini, a Radio Cooperativa.

Muchas de las áreas urbanas destruidas deberán ser relocalizadas fuera del cauce de los ríos y en lugares seguros, señalaron las autoridades.

El principal problema se encuentra ahora en el abastecimiento de esas ciudades que llevan varios días aisladas. El gobierno ha comenzado el reparto de agua potable, canastas básicas de comida y medicamentos como insulina, así como más de 12.000 dosis de vacunas, puesto que los depósitos de algunos hospitales también fueron arrasados por los aluviones.

El domingo, tras la llegada del buque Sargento Aldea con 600 toneladas de alimento a la zona de Chañaral, parecía que la ayuda había alcanzado a un mayor número de personas, que el día anterior ser quejaron a las televisoras locales de que no contaban con alimentos.

Un hombre amenazó quemarse a lo bonzo desde el tejado de su casa para reclamar, junto a su mujer embarazada y su bebe, por el retraso en la llegada de la ayuda. La policía le arrojó agua para impedirle lograr su propósito, lo que hizo que cediera el techo de la viviuenda precaria y la mujer resultó lastimada en una rodilla.

En muchas localidades los supermercados vendían comida de manera restringida a personas que se organizaban en largas filas para lograr alimentos.

En las comunas de Taltal o Tierra Amarilla, no se había restablecido este domingo el suministro de agua potable, lo que afectaría a unas 7500 personas, según cifras de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI).

En Chañaral, en la zona minera de Atacama, a las complicaciones del resto se sumaba el ácido sulfúrico que se mezcló con el agua tras que varios camiones que contenían esta sustancia química fueran arrastrados por la corriente.

Unas 18.000 permanecían en las comunas de Alto del Carmen, Copiapó, Chañaral y Diego de Almagro permanecían además, sin suministro eléctrico, informó la ONEMI.

Las autoridades anunciaron un plan de vacunación de influenza a todos los mayores de 6 meses que se encuentren en albergues y una generalizada antitetánica y de hepatitis a toda la población, para evitar la propagación de enfermedades.

Las lluvias más intensas en 80 años en pleno desierto de Atacama, el más árido del mundo, sorprendieron a decenas de miles de personas. En el área cayeron cerca de 30 milímetros de agua en pocas horas en lugares donde lo normal son menos de dos milímetros de lluvias al año.

La magnitud de la catástrofe hizo que el gobierno declarara la emergencia constitucional, lo que entregó el control del orden público a los militares y en algunos lugares, como en la región de Atacama, rige el toque de queda desde las 21p horas para evitar saqueos de viviendas abandonas.

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