Internacional

Estudio en gemelos muestra impacto del ejercicio en cuerpo y cerebro

The New York Times

2015-03-04

Nueva York— Unos gemelos idénticos en Finlandia, quienes practicaron los mismos deportes y otras actividades físicas cuando eran jóvenes, pero que ahora como adultos han adquirido hábitos muy distintos a la hora de hacer ejercicio, desarrollaron rápidamente cuerpos y cerebros muy diferentes, según un fascinante y nuevo estudio que pone énfasis en cómo el ejercicio da forma a nuestra salud, incluso en personas con genes idénticos y que se desarrollaron en un mismo ambiente.

Determinar con precisión los efectos a largo plazo del ejercicio es sorprendentemente difícil. La mayoría de los estudios del ejercicio a gran escala dependen en gran medida de cuestionarios o entrevistas y expedientes médicos para establecer cuál ha sido el papel que el ejercicio ha jugado en la vida de las personas. Pero estos estudios epidemiológicos, aunque gozan de gran importancia y son un tanto convincentes, no pueden probar que el ejercicio es causa de cambios en la salud, sólo que las personas que hacen ejercicio tienden a ser más saludables que aquellas que no lo hacen.

Para probar que el ejercicio es causa directa de cambios en los cuerpos de las personas, los científicos deben realizar pruebas aleatorias y controladas, durante las cuales un grupo de personas hacen ejercicio mientras que un grupo controlado se abstiene del mismo. Pero estos experimentos son complicados y muy costosos, e incluso en las mejores circunstancias, no puede haber un control de la genética de los voluntarios ni de sus antecedentes.

La verdad es que la genética y la crianza de las personas son factores que realmente importan cuando de hacer ejercicio se trata. Los genes afectan nuestra capacidad de resistencia innata, cómo respondemos a diferentes tipos de ejercicios, y si en verdad disfrutamos hacerlos. El ambiente en el que nos creamos durante la infancia también tiene una influencia en ello, turbando los resultados de incluso los más cuidados experimentos que se han hecho en el ámbito del ejercicio.

Es por ello que los gemelos idénticos son de gran valor. Por definición, estas parejas de personas tienen el mismo ADN. Si fueron criados en la misma familia, también tuvieron un desarrollo similar. Es por eso que los gemelos nos pueden ayudar a estudiar los efectos de los cambios en el estilo de vida entre aquellas personas con los mismos genes y pasados.

Algunos estudios anteriores han encontrado que aquellos gemelos idénticos de mayor edad cuyos hábitos para hacer ejercicio se han diversificado con el pasar de los años tienden a envejecer de manera distinta, y el gemelo que opta por una vida más sedentaria llega a estar en mayor riesgo de tener una salud precaria y de morir antes que su hermano.

Pero ningún estudio ha puesto atención a los gemelos más jóvenes y los impactos que tienen las distintas rutinas de ejercicio en su salud. El nuevo estudio, el cual fue publicado este mes en Medicine & Science in Sports & Exercise, los investigadores en la Universidad de Jyvaskyla y otras instituciones en Finlandia recurrieron a la extensa base de datos del país FinnTwin16, la cual contiene las respuestas dadas por los gemelos a los cuestionarios que se les hicieron en torno a su salud y condiciones médicas. Tales entrevistas fueron hechas por primera vez cuando las parejas de gemelos tenían 16 años, luego fueron entrevistados posteriormente en repetidas ocasiones en periodos de unos cuantos años.

Los investigadores buscaron a aquellos gemelos jóvenes adultos cuyas edades oscilaran entre los 20 años, y cuyos hábitos de ejercicio se hubieran diversificado en gran medida tras haber dejado el hogar donde crecieron. No fue fácil encontrar a estos gemelos. La mayoría de las parejas habían mantenido rutinas de ejercicios sorprendentemente similares, a pesar de vivir separados.

Pero eventualmente los investigadores lograron localizar a 10 parejas de gemelos idénticos varones, uno de los cuales hacía ejercicio con regularidad, mientras que el otro no lo hacía, usualmente debido al trabajo o asuntos familiares, según los investigadores determinaron.

Las grandes diferencias en sus rutinas de ejercicio comenzaron a manifestarse dentro de los últimos tres años, de acuerdo con los cuestionarios.

Los científicos invitaron a estos gemelos al laboratorio y midieron la capacidad de resistencia de cada varón, composición corporal y su resistencia a la insulina, para determinar sus condiciones físicas y salud metabólica. Los científicos también escanearon el cerebro de cada gemelo.

Luego compararon los resultados.

Resultó que estos gemelos idénticos a nivel genético eran sorprendentemente muy distintos bajo la piel y dentro de sus cráneos. Los gemelos más sedentarios tenían capacidades de resistencia más bajas, porcentajes más altos de grasa en sus cuerpos, y señales de resistencia a la insulina, manifestando inicios de problemas metabólicos. (Un punto interesante es que los gemelos tendían a tener dietas muy similares, sin importar la diferencia en sus rutinas de ejercicio, por lo que el tipo de comida no parecía ser un factor que hubiera contribuido a las diferencias en la salud).

Los cerebros de los gemelos también eran diferentes. Los gemelos activos tenían más materia gris que los gemelos sedentarios, especialmente en las áreas del cerebro que tienen que ver con el control motriz y la coordinación.

Presuntamente, todas estas diferencias en los cuerpos y cerebros de los varones jóvenes se desarrollaron durante los pocos años en que sus rutinas de ejercicio se fueron diversificando, enfatizando cuán rápido el hábito en el ejercicio —o falta del mismo— puede afectar la salud, según dijo el doctor Urho Kujala, profesor de medicina en los deportes y el ejercicio de la Universidad de Jyvaskyla, quien supervisó el estudio.

Claramente el estudio fue pequeño y no se realizó una prueba aleatoria formal, aunque los involucrados sí eran gemelos idénticos.

Pero el doctor Kujala dijo que él cree que los resultados insinúan fuertemente que las diferencias en los hábitos de ejercicio de los gemelos fueron causa de las diferencias en sus cuerpos.

De manera aún más sutil, los descubrimientos también señalan que la genética y el ambiente de desarrollo no tienen que ser determinantes” de un destino en cuanto a los hábitos de ejercicio se refiere, dijo el doctor Kujala. Para estos gemelos en particular, ya sea que los genes y sus infancias los hayan inclinado hacia el querer hacer ejercicio con regularidad o a querer tirarse en el sofá a descansar, uno de los gemelos en la pareja se sobrepuso a su legado e hizo todo lo opuesto a lo que hizo su hermano (para bien o para mal),

El resto de nosotros podemos hacer lo mismo, dijo el doctor Kujala. Incluso si la información inscrita en nuestro ADN y en nuestro desarrollo nos insta a faltar un día al gimnasio, “podemos hacer algo al respecto”, dijo, y, en base a este estudio, mejorar, de manera rápida y substancial, la condición de nuestros cuerpos y nuestros cerebros.

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