Reforma
2014-08-21
Roma, Italia ─ Hace tres años, el pueblo siciliano de Salemi fue el primero en vender en un euro las casas abandonadas de sus centros históricos en un hecho sin precedentes.
Tiempo después, Gangi Sicilia y Carrega Ligure, en Piamonte, se le unieron.
El objetivo de esta medida es acabar con la degradación de estas localidades que han perdido su antiguo brillo debido a que sus residentes se han trasladado a otras urbes.
La única condición que pusieron los tres ayuntamientos es que los nuevos propietarios restauren las casas conservando su carácter original.
Sin embargo, aunque la suma de la reestructuración corre a cargo de los compradores, los nuevos propietarios pueden beneficiarse de importantes incentivos estatales, sobre todo si son jóvenes.
"Al principio todo el mundo se reía, pero luego otros pueblos llamaron para pedir información sobre esta experiencia, una respuesta a los tiempos de crisis económica e inmobiliaria mundial", explicó a REFORMA Vittorio Sgarbi, el crítico de arte que inventó la iniciativa cuando era Alcalde de Salemi.
"Los edificios en cuestión eran propiedad del municipio desde que sus habitantes los abandonaron a raíz de un terremoto, en 1968", añadió.
Durante 150 años, el único hecho por el que esta ciudad medieval de 11 mil habitantes era conocida era porque el revolucionario italiano Giuseppe Garibaldi escogió este lugar para anunciar, en 1859, la anexión de Sicilia a Italia.
Con el anuncio de la venta de casas por un euro, Salemi recobró su protagonismo, y numerosos clientes de todo el mundo comenzaron a interesarse en ella.
Un caso similar es el de Carrega Ligure, que sólo cuenta con 85 habitantes, por lo que el ayuntamiento creó su propia página web, en donde se informa de la iniciativa.
Italia es un país en el que existen alrededor de 6 mil pueblos abandonados o que se encuentran en vías de despoblación, según datos del Instituto Italiano de Estadísticas (Istat).
Por ello, hay pueblos enteros a la venta, como es el caso de Valle Piola, deshabitado desde los 70, o el de Poveglia, una isla cercana a Venecia abandonada por la creencia de que habitan fantasmas.
Sin embargo, la iniciativa no triunfó en la isla, pues la cifra propuesta por el único cliente fue considerada demasiado baja por el Gobierno italiano.
No obstante, existen historias de éxito como la de Coletta de Castelbianco.
Este antiguo pueblo medieval, abandonado a mitad del siglo pasado, resurgió de las ruinas con su venta y actualmente es un enclave turístico que respeta las estructuras originales, pero con la última tecnología añadida.