Internacional

Califican como 'default selectivo' nota crediticia de Argentina

Associated Press

2014-07-30

Nueva York— El Ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, y su equipo concluyeron el miércoles las negociaciones con tenedores de bonos litigantes y tienen previsto hacer un anuncio a la prensa de forma inminente, mientras se agota el tiempo para evitar que Argentina caiga en una suspensión de pagos.

Las negociaciones, en las actúa como mediador el abogado Daniel Pollack, se produjeron a pocas horas que Argentina caiga en mora por no pagar bonos de deuda pública emitidos en 2001 y refinanciados en dos ocasiones.

Tras varias horas de reunión en las oficinas de Pollack, las partes se retiraron sin hacer declaraciones a los periodistas. Pero el gobierno argentino anunció que Kicillof hará un anuncio en el consulado argentino en Nueva York.

En medio de las expectativas, la calificadora Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia soberana de Argentina a "default selectivo" debido a la falta de pago de intereses de los bonos.

Para el miércoles estaba prevista la llegada a Manhattan de un representante de la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA), que reúne a más de veinte entidades bancarias que, para proponer a los litigantes comprar sus títulos para destrabar el conflicto.

Así lo confirmó Francisco Ribeiro Mendonsa, gerente de finanzas de Banco Piano, quien dijo a Radio del Plata de Buenos Aires que "efectivamente sí existe esa intención de ADEBA de buscar una forma de allanar el camino". Afirmó que "del formato jurídico no puedo agregar demasiado, pero se está trabajando en la línea de aporte de los bancos para conformar un fondo" que actuaría como una suerte de garantía inicial.

Esa garantía, cuyo monto no precisó, permitiría solicitar al juez Thomas Griesa la suspensión de su fallo de 2012 que obliga a Argentina a saldar su deuda de mil 500 millones de dólares con los demandantes, como ordenó en junio la Corte Suprema de Estados Unidos.

La idea sería evitar que se ponga en marcha una cláusula legal que vence el 31 de diciembre y que impide al gobierno argentino hacer una mejor oferta voluntaria de pago a la realizada que a los tenedores de bonos que aceptaron la reestructuración en el 2005 y el 2010, lo que significó una pérdida de capital para sus propietarios.

"La idea es instalar el stay (medida que deja sin efecto el fallo de Griesa) para llegar a enero", dijo Ribeiro Mendonsa. "Claramente hay una preocupación; no hay ganadores en un escenario de default, con menores niveles de actividad, mayor desocupación. El sector bancario por estar vinculado con la reestructuración de deuda es el que más va a aportar (para encontrar salidas a la crisis)".

Según el diario Ámbito Financiero, la oferta es que los bancos compren en pesos argentinos los bonos en dólares, que se entregarían a los acreedores. Las entidades se quedarían con los viejos papeles en mora y el consecuente reclamo ante Griesa.

El índice Merval, donde cotizan las principales acciones de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, escaló 6,94% a 8.937,62 unidades, ante las expectativas de un eventual acuerdo entre el país sudamericano y tenedores de bonos incumplidos en Nueva York.

En tanto que el riesgo país medido por la banca JP Morgan caía 134 puntos básicos a 546 unidades, la marca más baja en los últimos tres años.

El dólar en el mercado informal cotizó a 12.30 pesos por unidad, lo cual representa una caída de casi 4% respecto a la víspera.

El ministro Kicillof entró el martes a un edificio del centro de Manhattan rodeado de cámaras de periodistas pero no ofreció declaraciones. También entraron al lugar el abogado Carmine Boccuzzi y el secretario legal y administrativo del Ministerio de Economía argentino, Federico Thea, entre otros.

El juez Griesa ordenó la semana pasada que las partes negociaran sin interrupción para evitar que Argentina caiga en mora. Las conversaciones, no obstante, han sido esporádicas y no han sentado a la mesa de negociación al equipo de Argentina y a los abogados de los fondos de cobertura estadounidenses.

El martes en la noche, Kicillof dijo que el gobierno está trabajando para llegar a una solución con los fondos, exigen que Argentina pague unos mil 500 millones de dólares en títulos que están en cese de pagos. Junto al ministro viajaron otros funcionarios argentinos en un intento de destrabar el conflicto.

En la víspera las negociaciones duraron horas y terminaron a eso de las 11:30 de la noche.

El gobierno de la presidenta Cristina Fernández asegura que le es imposible cumplir el pago a los litigantes porque ello sería una infracción a las obligaciones con los tenedores que aceptaron la reestructuración de la deuda y quienes podrían demandar al país por más de 120 mil millones de dólares.

Para no entrar en mora, Argentina debe cancelar obligaciones por cerca de 540 millones de dólares con los bonistas que aceptaron la reestructuración, como lo hizo, pero el juez Griesa congeló esos dineros girados hace más de un mes para forzarlo a saldar los mil 500 millones de dólares a los llamados fondos buitres.

Si el juez no suspende el fallo o da alguna señal positiva autorizando que se haga efectivo el pago de los tenedores de bonos que fueron reestructurados sin que cobren los litigantes, Argentina se encaminaría al default.

Este problema se remonta a 1998, cuando Argentina entró en recesión y debía pagar un monto exorbitante de deuda externa que había contraído y a muy corto plazo. Por ese motivo, en 2001 ofreció un "mega canje" a través del cual cambió títulos de deuda, que expiraban a corto plazo, por otros que expiraban a más largo plazo, pero con intereses más altos para trata de evitar caer en mora en los pagos.

El "mega canje" no fue efectivo y en diciembre de 2001 el país declaró el cese de pagos de su deuda por aproximadamente 100 mil millones de dólares.

Esos bonos fueron reestructurados en 2005 y 2010 y muchos acreedores aceptaron las nuevas condiciones, lo que representaba una disminución de sus ganancias. Pero en 2008 otros inversionistas compraron algunos títulos de deuda que habían quedado en cese de pagos.

El precio de compra se hizo a bajo precio y automáticamente reclamaron ante la justicia estadounidense el 100% de su valor. Buenos Aires ha dicho que esos fondos estadounidenses son "buitres" por adquirir bonos en una ganga.

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