Internacional

Combates entre milicias dejan más de 100 muertos en Libia

Imed Lamloum
AFP

2014-07-27

Trípoli— El recrudecimiento de la violencia en Libia, donde ayer se registraron combates entre milicias y un ataque contra un convoy diplomático británico, obligó a los países occidentales a pedir a sus ciudadanos que abandonen este país sumido en el caos.
Más de 100 personas murieron y otras 400 resultaron heridas en dos semanas en los enfrentamientos entre milicias rivales en Trípoli, según un nuevo balance del Ministerio de Sanidad.
En Bengasi, al menos 38 personas, en su mayoría soldados, perdieron la vida en 24 horas en los combates entre el ejército y los grupos islamistas.
En la capital, la lucha continuaba ayer entre milicias rivales alrededor del aeropuerto y en varios barrios del sur de Trípoli, donde se concentran los enfrentamientos desde el 13 de julio.
El portavoz del ministerio egipcio de Relaciones Exteriores, Badr Abdelatti, indicó ayer a la AFP que la caída de un cohete en una vivienda mató a 23 personas, entre ellos egipcios.
En este contexto, Reino Unido y Alemania instaron a sus ciudadanos a abandonar Libia, donde un convoy de la Embajada británica se convirtió en el blanco de un ataque que no dejó víctimas.
“Esta mañana temprano intentaron robar un vehículo de la Embajada británica. Abrieron fuego contra nuestros vehículos”, declaró a la AFP el portavoz de la Embajada, Bob Phillipson.

Situación imprevisible

Los llamamientos de Reino Unido y Alemania, al igual que Holanda, Bélgica, Turquía, España o Malta, se producen un día después de la evacuación del personal diplomático de la embajada de Estados Unidos en Trípoli, situada en la ruta del aeropuerto.
“La situación es extremadamente imprevisible e incierta”, subrayó ayer la Cancillería alemana. Londres instó por su parte a sus ciudadanos a “partir ahora por sus propios medios”.
El anuncio de Filipinas de evacuar a sus ciudadanos, entre ellos 3 mil médicos y enfermeros, obligó al ministerio libio de Sanidad a alertar de una eventual falta de personal médico.
Además de la inseguridad, los ciudadanos extranjeros y los habitantes de Trípoli se enfrentan a una degradación de sus condiciones de vida con cortes frecuentes de electricidad y de agua, así como con la falta de combustible.

Trípoli— Desde la caída del régimen del dictador Muamar Gadafi en 2011, las autoridades libias no consiguen controlar las decenas de milicias que imponen su ley.
Los combates alrededor del aeropuerto comenzaron el 13 de julio después de un ataque de combatientes islamistas y ex rebeldes de la ciudad de Misrata (200 kilómetros al este de Trípoli) para intentar expulsar de este complejo a sus antiguos aliados de Zenten.
Los ex rebeldes de Zenten (170 kilómetros al suroeste de Trípoli) están considerados como el brazo armado del movimiento liberal, que habría conseguido más escaños que los islamistas en las legislativas del 25 de junio, según responsables políticos y observadores.
Los islamistas buscarían ahora con estos combates ganar terreno en el plano militar.
Tras las elecciones, el nuevo parlamento, cuya primera tarea será poner fin a la violencia para avanzar hacia una transición democrática, deberá empezar a funcionar el próximo 4 de agosto en Bengasi, donde se producen enfrentamientos casi diarios.
En esta ciudad, la ofensiva lanzada por grupos islamistas contra una unidad del ejército dejó 38 personas muertas en 24 horas, según una fuente militar.

Temen catástrofe

La petrolera nacional libia (NOC) advirtió anoche acerca de una “catástrofe” en Trípoli después de que un depósito que contiene seis millones de litros de carburante se incendiara durante combates en el sur de la capital.
El depósito fue alcanzado por un cohete, explicó Mohamed Al Hrari, portavoz de la NOC.
En Trípoli, el carburante y el gas de uso doméstico se encuentran almacenados en el mismo emplazamiento, administrado por la compañía pública Brega, encargada de la distribución de los derivados del gas y petróleo.
Según Al Hrari, los tanques contienen en total más de 90 millones de litros de carburante.
Al Hrari advirtió de la catástrofe que supondría la propagación del incendio a los otros depósitos y sobre todo a los de gas..
“Se puede producir entonces una gran explosión que provocaría daños en un radio de 3 a 5 km”, dijo a la televisión privada Al Nabaa.
Al Hrari precisó que los técnicos de la compañía Brega regresaron y estaban intentando sofocar el incendio con ayuda de Protección Civil. Los empleados habían salido huyendo de los tiros en un primer momento, según Al Hrari.
Los depósitos están situados en la carretera del aeropuerto, escenario desde el 13 de julio de violentos combates entre milicias rivales.
El Ministerio del Gas y del Petróleo pidió en su página de Facebook a los vecinos que abandonen de inmediato la zona. (Imed Lamloum/AFP)

X