Associated Press
2014-04-19
Waialua— Casi toda la composición genética del maíz que se cultiva en Estados Unidos y otros países puede rastrearse hasta Hawaii, donde también se está gestando un debate sobre la manipulación genética de los cultivos.
Este archipiélago diminuto a 4 mil kilómetros (2 mil 500 millas) del continente más cercano es tan importante para las empresas dedicadas al cultivo de maíz de EU que las principales compañías de la industria tienen granjas ahí, donde cultivan nuevas variedades modificadas genéticamente para fomentar plantas resistentes a los insectos y la sequía.
Sin embargo, estas mismas granjas se han convertido en la chispa de un nuevo debate sobre la ingeniería genética en la agricultura.
En los últimos meses, los condados de Kauai y Hawaii han adoptado medidas para regular los organismos modificados y los pesticidas que utilizan las granjas. En el condado de Maui, un grupo está reuniendo firmas para prohibir temporalmente los cultivos.
Gary Hooser, un concejal en Kauai y el resto del auntamiento aprobaron una ley el año pasado, a pesar del veto del alcalde, que obligaba a las grandes granjas a crear zonas de amortiguamiento alrededor de sus cultivos y divulgar qué pesticidas utilizan.
Las empresas especializadas en la producción de semillas y con operaciones en Kauai –Syngenta, Pioneer, BASF y Agrigentics– han demandado al condado para frenar la ley, alegando que ya están reguladas por las leyes estatales y federales, y que no hay necesidad de establecer normas locales adicionales.
“No sembramos nada más que lo que está permitido y aprobado por las agencias reguladoras correspondientes, ya sea la EPA, la FDA y la UDSA”, dijo Mark Phillipson, director de Syngenta para asuntos corporativos en Hawaii, en referencia a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
En 2012, el año más reciente del que hay datos disponibles, los cultivos de semillas en Hawaii valían 217 millones de dólares, arriba de los 140 millones de 2007.
En Hawaii es posible obtener de tres a cuatro ciclos de crecimiento al año, lo que reduce drásticamente el tiempo que se necesita para llevar un producto nuevo al mercado. “Eso permite llevar al mercado rápidamente sus híbridos más nuevos y mejores”, dijo Richard McCormack, director de operaciones en Hawaii para Pioneer Hi-Bred International, que forma parte de DuPont y tiene granjas en Kauai y Oahu.
Los genes nuevos, como los que hacen a las plantas de maíz resistentes a la sequía o a las inundaciones, se insertan en un laboratorio en el continente.
Una vez que las autoridades federales aprueban nuevas variedades para la siembra, son llevadas a Hawaii para cultivarlas durante dos ciclos de crecimiento o temporadas de cultivo a fin de ver cómo se desempeñan en un campo real. Las mejores son enviadas a otro lugar para más pruebas.
Syngenta, por ejemplo, envía sus mejores semillas a los campos en Missouri, Manitoba, Canadá y México para asegurarse de que el maíz es capaz de crecer en los suelos y con las condiciones de viento y temperaturas de estos lugares, dijo Phillipson.
Hoy en día, alrededor del 90% de todo el maíz cultivado en Estados Unidos se manipula genéticamente y ha sido desarrollado parcialmente en Hawaii. El descontento, sin embargo, ha estado hirviendo a fuego lento.