AFP
2014-04-18
Roma— El Papa Francisco rezó por los explotados y nuevos esclavos del mundo moderno durante el sugestivo Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en Roma alrededor del Coliseo.
“Recordemos a los enfermos, a las personas solas, abandonadas, que viven bajo el peso de la cruz para que encuentren bajo ese peso la fuerza de la esperanza, de la resurrección y el amor de Dios”, dijo el pontífice argentino al término del rito al que asistieron unas 40 mil personas.
El sumo pontífice llegó a bordo de un sencillo automóvil hacia las 21 horas al célebre monumento romano en el corazón de la Ciudad Eterna, en donde miles de personas, turistas y religiosos, la mayoría con antorchas, lo esperaban.
Francisco, de 77 años, vestido con un abrigo blanco, asistió como el año pasado al tradicional rito desde la terraza del Palatino, bajo un toldo rojo instalado frente al imponente anfiteatro romano, donde soplaba una brisa fría de abril, y no recorrió a pie las 14 estaciones.
Este año, el Vía Crucis tiene la impronta de Francisco, quien encargó la redacción de las meditaciones que se leen en cada estación al obispo italiano de Campobasso (sur), Giancarlo Bregantini, conocido por sus batallas contra la mafia.