Internacional

Explotación petrolera por ‘fracking’ cambia la vida de un pueblo texano

Los Angeles Times

2014-02-16

Carrizo Springs, Texas — Hace apenas unos años, este era un tranquilo poblado de 5 mil 600 habitantes, donde la gente se ganaba la vida de la tierra. Se dedicaban a la agricultura, a la ganadería y rentaban sus propiedades a los cazadores para ganarse un dinero extra.
Ahora, el auge del gas y el petróleo —extraído a través de la técnica de inyección hidráulica, conocida como fracking— está transformando la economía del sur de Texas, convirtiendo a Carrizo Springs en una ajetreada ciudad de por lo menos 40 mil habitantes.
Las compañías petroleras de Texas, que están perforando una vasta formación de esquisto llamada Eagle Ford, han casi duplicado su producción en el transcurso de los últimos dos años, y para el año entrante esperan llegar a producir hasta 4 millones de barriles de crudo al día. Eso catapultará a Texas superando a Irán, Irak  y a los Emiratos Árabes Unidos, para convertirse en el quinto más grande productor de petróleo en el mundo.
Los propietarios que han sido testigos del ascenso y caída de las fortunas del estado durante los aumentos de la producción del petróleo en el pasado —antes de que los antiguos pozos petroleros se secaran— de la noche a la mañana han estado ganando millones de dólares vendiendo y rentando sus terrenos. Se espera que la región llegue a cosechar más de 90 mil millones de dólares durante la próxima década.
Pero este nuevo auge que apunta a la prosperidad tiene un precio. La carretera que conlleva a Carrizo Springs está en muy malas condiciones debido al tráfico pesado. Los delitos sexuales, robos y accidentes se encuentran a la alza. Las mujeres frecuentan los estacionamientos vendiendo perfume —un pretexto para incursionar en la prostitución. Hay un nuevo club nudista.
El sheriff ha contratado 15 nuevos agentes —duplicando con ello la fuerza policial— y se queja de que los cárteles de la droga mexicanos se han estado aprovechándose de la caótica atmósfera, utilizando camiones petroleros falsos para ocultar y transportar drogas ilegales.
El desempleo disminuyó del 12 al 4 por ciento en los últimos cinco años en el condado. Muchos restaurantes del área, como el Oil Patch Cafe, Dairy Queen y Church’s Chicken, necesitan de mano de obra. Los anuncios en las carreteras promocionan servicios y suministros para los oleoductos, camiones de pipas y alojamiento temporal para los campos petroleros —contando hasta con chefs gourmet y servicios de mucama. A la hora en que terminan las actividades, flotillas de camiones  de las compañías eléctricas llenan los estacionamientos. Las compañías han instalado más de una docena de campamentos de tipo militar, o complejos de vivienda temporales con altos niveles de vigilancia y seguridad dando la apariencia de ser bases militares. Los parques de casas rodantes se multiplicaron junto a los complejos, de dos al comienzo del incremento de la producción hasta los 70 que existen hoy en día.
El número de hoteles se triplicó, al igual que el número de miembros de la Cámara de Comercio, y los ingresos de impuestos de venta municipales.
El alcalde, Adrian DeLeon, quien ha estado ampliando su tienda de conveniencia y restaurante para atender a los trabajadores petroleros, tiene planes de abrir una universidad comunitaria.
El reto que representa manejar un aumento de producción del petróleo es similar al manejo de las operaciones de perforación, según dijo Michael Webber, director suplente del Instituto de Energía de la Universidad de Texas en Austin. “¿Cómo hacemos para sacar el mayor provecho sin quedarnos con un empobrecido residuo?”
El truco, según dijo, está en no perforar demasiado y a gran velocidad. En lugar de eso, los perforadores más sagaces ordeñan el campo petrolero despacio para sacar el mayor provecho.
“Si las ciudades son suspicaces, estas harán lo mismo”, dijo Webber.
El boom ha enriquecido a una serie de pueblos pequeños en más de una docena de condados rurales en el sur de Texas que no eran conocidos por la exploración de gas y petróleo. El petróleo tuvo un breve repunte en esta región en la década de los 80, pero nunca ha llegado a definir la economía y la cultura de esta región tanto como lo ha hecho con Houston en el oeste de Texas.

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