Internacional

Van al menos 44 muertos por lluvias y deslaves en Brasil

AFP

2013-12-26

Brasilia— Fuertes lluvias y deslaves han dejado este mes al menos 44 muertos y más de 60 mil evacuados en los estados brasileños de Espirito Santo y Minas Gerais, en el sudeste de Brasil.
En Espirito Santo, fronterizo con el estado de Río de Janeiro, las peores lluvias de los últimos 90 años comenzaron hace casi dos semanas y han dejado barrios y municipios bajo el agua, así como un total de 27 fallecidos.
Ayer fallecieron en el estado ocho personas, según el último balance de la Defensa Civil enviado a la AFP.
Las autoridades crearon un sistema de distribución de comida y ayuda por todo el estado, donde 61 mil 379 personas han sido evacuadas de sus casas.
En el estado de Minas Gerais, vecino de Espirito Santo, el número de muertos por las lluvias en diciembre asciende a 17 y hay unas 4 mil 150 personas que han sido evacuadas de sus hogares.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff interrumpirá sus vacaciones en el estado de Bahia (noreste) para visitar el viernes las zonas afectadas en ese estado, tres días después de que sobrevolara las áreas inundadas en Espirito Santo.
Aunque la lluvia dio una tregua en las últimas horas, el acceso a ciertas ciudades y comunidades de ambos estados aún es difícil ya que muchas carreteras fueron destruidas o están inundadas. Algunas no tienen electricidad o agua potable.
“Vamos a tener que reconstruir el estado”, dijo el gobernador de Espirito Santo, Renato Casagrande, y explicó que el número de víctimas puede aumentar, ya que hay personas consideradas desaparecidas.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) opera en Espirito Santo tres helicópteros y dos aviones. En la víspera y en el día de Navidad rescataron a 88 personas, y este jueves a otras 74, informó la FAB.
“Tuvimos que hacer rescate con cabrestante, había muchos niños, mujeres embarazadas o con recién nacidos, personas de edad, enfermos”, destacó el piloto militar Vinicius Salum.
El Ejército dispuso por su parte de 273 efectivos –230 de Rio de Janeiro– para ayudar en las labores de distribución de alimentos y rescate, así como en la construcción de un puente provisional metálico para comunicar dos ciudades afectadas.
Algunas personas se resisten a abandonar sus casas, aunque estén inundadas o con peligro de derrumbe, por miedo a los saqueos.
“Estamos sacando a la gente usando barcas, pero la mayor preocupación son las laderas, muchas casas están bajo riesgo y las personas se niegan a salir”, explicó el teniente Gregorio Rocha Venturim.

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