Estado

Calla crimen a quienes exigen justicia

Salud Ochoa
El Diario

2018-10-12

Chihuahua— La noche del 16 de diciembre de 2010 Marisela Escobedo Ortiz fue asesinada con un disparo de arma de fuego en la cabeza mientras mantenía una manifestación permanente frente a Palacio de Gobierno. Reclamaba justicia para su hija Rubí Marisol desaparecida en septiembre de 2008 y posteriormente asesinada.
Una década más tarde, el 7 de septiembre de 2018, el doctor Blas Godínez Ortega recibió también un impacto de arma de fuego en la cabeza que estuvo a punto de terminar con su vida. La razón del ataque aún se desconoce porque la autoridad investigadora no ha dado ningún avance al respecto ni se ha detenido al responsable. Sin embargo, el médico había luchado durante meses por encontrar a su padre –Blas Godínez– desaparecido en noviembre de 2017 y cuyo paradero hasta el momento se desconoce.
Los casos de Marisela y Blas no tienen ninguna relación directa excepto por la lucha por la justicia que ambos emprendieron en algún momento al ver afectaciones directas a miembros de su familia.
Marisela Escobedo salió a la luz pública en abril del 2010 para exigir la pena máxima contra Sergio Rafael Barraza Bocanegra por el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre, de 16 años, cuyo cadáver fue calcinado y tirado a un basurero.
Aquella sería la primera de las múltiples acciones emprendidas por Marisela –enfermera de profesión– en busca de la justicia que no alcanzó a tener. Marchas, recolección de firmas, plantones, pesquisas, oferta de recompensa, protestas en la capital del país, reuniones con activistas y una búsqueda que se extendió en varios estados. Nada dio resultado. Barraza nunca pisó la cárcel.
En otro punto geográfico y en otro momento de la historia, Blas Godínez Ortega ejercía su profesión de médico en la comunidad de Gómez Farías y no era una figura pública hasta que la violencia tocó a su puerta. El 8 de noviembre de 2017, su padre Blas Juan Godínez, un médico que desde hace años prestaba sus servicios en clínicas ubicadas en el noroeste de la entidad, en la región de Madera, Namiquipa y el propio Gómez Farías, fue víctima de desaparición forzada por parte de un grupo armado.
A partir de entonces Godínez hijo emprendió la búsqueda tal y como lo hiciera años antes Marisela Escobedo por su hija. Blas trabajó intensamente para tratar de localizar a su progenitor.
No hubo éxito. Ni durante las primeras semanas ni después. Su activismo lo colocó en la mira de los partidos políticos, quienes lo invitaron a participar en el proceso electoral del 2018 como candidato de Morena.
Blas obtuvo el triunfo en el proceso electoral del 1 de julio de 2018. Dos meses después de la elección, el 7 de septiembre de 2018 cuando se preparaba para tomar protesta como Presidente Municipal de Gómez Farías, un sujeto ingresó al consultorio argumentando requerir atención médica y le disparó a quemarropa.
Han pasado 36 días desde entonces. El médico está fuera de peligro y se trabaja en su rehabilitación, según han confirmado miembros de la familia.
Sin embargo, su recuperación será lenta ya que según fuentes médicas consultadas, aunque recuperó la conciencia aún no ha recuperado el habla, perdió la vista, el oído y la movilidad de un lado de su cuerpo. En los próximos días, el paciente podría ser dado de alta y continuar su rehabilitación en casa.

sochoa@diarioch.com.mx

 

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