Estado

Causan apagones daños millonarios al campo

Salud Ochoa/
El Diario

2018-08-29

Ascensión— La perforación masiva e ilegal de pozos agrícolas a profundidades hasta de mil 200 pies es la principal causa de los continuos “apagones” de luz que están presentándose en esta comunidad desde hace varios años y que en los últimos meses se ha agudizado, afectando a la población en general en viviendas y establecimientos comerciales así como a los productores agrícolas y ganaderos, que viven en ranchos aledaños y enfrentan cuantiosas pérdidas económicas por la descompostura de motores y la falta de riego a los sembradíos.
De acuerdo con habitantes de la región, el problema se ha agravado exponencialmente debido al incremento de pozos en las colonias menonitas donde, aseguran, no hay una regulación por parte de la autoridad, a pesar de que Ascensión es zona de veda desde 1978.
“El punto es que no sólo hay más pozos agrícolas sino que los menonitas están perforando cada vez a mayor profundidad. Ahorita andan a más de mil pies y eso requiere motores de mayor capacidad, que en consecuencia utilizan más energía eléctrica. Ellos están jalando una gran cantidad de luz y eso da pie para que aquí haya apagones hasta 28 veces al día”, indican productores de algodón, versión que es respaldada por el comisariado ejidal Luis Jiménez.
Cuando hay suerte, señalan, los apagones sólo retrasan el trabajo pero el escenario es cada vez peor ya que los continuos cambios de voltaje, echan a perder los motores y transformadores. Por si eso fuera poco, aseguran que en ocasiones la falta de luz dura hasta 48 horas lo que significa no poder utilizar los sistemas de riego ni de enfriamiento.
“Aquí hemos tenido temperaturas hasta de 45 grados centígrados y sin luz, es casi imposible estar al interior de las casas. Por otro lado, los pozos dejan de funcionar y no hay riego, lo que lleva a que las plantas se estresen y mueran. Eso termina en pérdidas económicas muy grandes”, explican los algodoneros.
Y es que de acuerdo con los entrevistados, aproximadamente a 50 kilómetros de sus predios se encuentra la colonia menonita “Buenavista” –y otras como el Camello y Buenos Aires— con quienes comparten los ramales de las líneas de energía eléctrica y cuyos habitantes han extendido sus tierras agrícolas y aumentado el consumo de luz.

Mortandad de crías en granjas porcícolas
Las afectaciones por la irregularidad en el abasto de energía eléctrica ha dejado consecuencias también en granjas de producción porcícola controlada ya que, de acuerdo con encargados de éstas, no sólo se trata de los daños a las hembras en gestación por las condiciones inadecuadas del clima, sino de medicamentos e incluso semen para inseminación que se tiene en refrigeración.
“Si la marrana gestante no toma agua se afecta, además al estar en un espacio cerrado que requiere sistema de ventilación, al irse la luz ésta se detiene y aumenta el índice de abortos. Hay mucha muerte de productos. También se echa a perder el semen que es traído desde Canadá y es muy costoso. A eso se suman los medicamentos y algunos contenedores de alimento, que funcionan a base de energía eléctrica, también se paran”.
Las pérdidas económicas no sólo se traducen en el gasto para reparar o reemplazar motores sino en la mortandad de animales y en todo lo que implica la producción de estos ejemplares.
“Al registrarse abortos se pierde una gran cantidad de lechones ya que cada hembra tiene en promedio 17 marranitos. Eso significa pérdida de todo lo que se invirtió en alimento y cuidados, aparte de romperse el ciclo productivo. El embarazo dura tres meses tres días tres horas y en la granja se tiene la capacidad para producir de 200 a 250 lechones por semana. Ahorita la pérdida es de 40 a 52 por ciento porque se están teniendo entre 120 a 150 lechones por semana”.
Sostener la producción de marranos de cría, implica una inversión fuerte y cuidados especiales para lograr el objetivo, por lo que un simple “apagón” de luz se convierte en daños mayores.
“Ésta es una multiplicadora de sementales. Las marranitas son de reemplazo. Son animales muy finos y delicados. Se paga mucha mano de obra, personal, comida especial para las marranas gestantes y a pesar de que pagamos la luz en tiempo y forma, se dan los apagones y traen consecuencias negativas que merman la cadena productiva”.
Abundan que hay un sobregiro en el uso de la energía eléctrica y hasta el momento, ninguna autoridad ha querido tomar cartas en el asunto.
“La electricidad venía del pueblo hacia acá y compartíamos con la comunidad de Buenavista, antes no teníamos problema pero lo han llenado de pozos tremendamente y ese sobregiro, es la causa de todo”, coinciden.

850 pozos son legales, si no que denuncien: Conagua
En la zona de Ascensión hay, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), alrededor de 850 pozos registrados y que operan de manera legal por lo que, sí existen otros que se hayan perforado o estén funcionando de manera ilegal, “deben denunciarse ante la delegación y proporcionar las coordenadas donde se ubican los mismos”, indicó Kamel Athié titular de esa dependencia.
Por su parte, el secretario del Ayuntamiento de Ascensión, Rubén García Cháirez, indicó que en el municipio siempre han tenido problemas de abasto de energía, que se han agudizado ante el crecimiento natural del poblado.
“Creció el pueblo y no metieron más suministro de energía. Hay nuevos sectores que se están ampliando y lo que se está haciendo es un rediseño, buscando poner transformadores para que haya abasto de luz”, dijo aunque no detalló los avances de esa restructuración.

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