Miguel Silva
El Diario
Chihuahua— Las pugnas que se tienen al interior de la Policía Vial derivaron en una serie de afectaciones a la población, por lo que ayer el servicio de trámites de licencias fue suspendido por una supuesta “caída” del sistema, dejando a decenas de personas sin poder realizar este procedimiento, mientras que propietarios de vehículos que fueron decomisados tuvieron que esperar hasta cinco horas para que les hicieran entrega de su automóvil, por la falta de personal que no acudió a laborar.
Fuentes al interior de la corporación afirmaron que no existió ninguna caída del sistema, sino que se trató de la falta de personal para atender a quienes acudieron a tramitar o renovar su licencia de conducir, situación que se presentó también en el área de entrega de vehículos, pues gente que llegó desde antes de las 08:00 horas tuvo que esperar hasta después del medio día para que le hicieran entrega del automotor.
Los conflictos que se tienen al interior de la corporación derivan de las diferencias existentes entre el Comisionado Estatal de Seguridad, Óscar Alberto Aparicio Avendaño y, el comsionado de la Policía Vial, Carlos Armando Reyes López, mismas que quedaron en evidencia el pasado 22 de marzo en la reapertura de la “Mini Ciudad” de la deportiva José Pistolas Meneses, cuando ante la ausencia del fiscal general, César Peniche, se dio una discusión de quien representaría al gobernador del Estado, lo que provocó que el comisionado de Seguridad y el director general de Gobernación, Joel Gallegos, se retiraran del evento antes de que iniciara.
A partir de ahí, el lunes 26 de marzo, Carlos Reyes, comisionado de Vialidad, presentó su renuncia al cargo, misma que no fue aceptada por el gobernador Javier Corral Jurado, por lo que continúa al frente de la corporación y con esto las diferencias que mantiene con su jefe inmediato, Aparicio Avendaño.
Esto ha provocado una profunda crisis operativa en la Policía Vial, ya que de acuerdo con reportes del Consejo Consultivo de Vialidad, las infracciones por exceso de velocidad o conducir en estado de ebriedad se desplomaron en un 50 por ciento en los meses de marzo, abril y mayo, debido a la falta de patrullas que ha reducido la presencia de los elementos en las calles de la capital del estado. Declaraciones de algunos elementos indican que únicamente 50 unidades salían a patrullar, mismas que tenían que vigilar el flujo de casi medio millón de automóviles que transitan diariamente en la ciudad.
El informe “Datos y tendencias” de la Policía Vial de mayo del presente año estable que en abril del 2018 los agentes levantaron mil 884 sanciones a conductores por exceder los límites de velocidad permitida, mientras que en ese mismo período, pero en el 2017, fueron 3 mil 176 los infraccionados. Un comportamiento similar se presenta en multas por estado de ebriedad: en abril del año pasado fueron 574, mientras que en el mismo mes, pero del año en curso, sólo se levantaron 352 infracciones.
Durante el mes de junio, Carlos Orozco, presidente del Consejo Consultivo de Vialidad, afirmó que la Policía Vial es el área a la que menos atención se la ha puesto, pues se retiraron 80 unidades y únicamente se repusieron 20, de las cuales, algunas fueron asignadas a los mandos de la corporación.
A mediados del mes de junio, Carlos Reyes declaró que tenían en operaciones alrededor de 110 unidades, contrario a las 50 que reportan los agentes, pero el número ideal en turno diurno en relación al padrón vehicular es de 150 patrullas.
El pasado 30 de mayo, se hizo entrega de vehículos a las distintas divisiones de la Comisión Estatal de Seguridad, mismas que permanecieron en exhibición alrededor de seis días en la explanada de la Plaza Mayor, una vez que se hizo la entrega, las unidades fueron trasladadas al Complejo Estatal de Seguridad, donde permanecieron resguardadas durante varios días más.
El 11 de julio tracendió que por los problemas internos las 27 unidades que se entregaron a la Policía Vial fueron retiradas de las calles y concentradas en los patios de la dependencia, esto debido a instrucciones “cruzadas”, pues el delegado de la corporación, a quien de manera interna relacionan como “gente” de Aparicio Avendaño, ordenó que salieran a patrullar, pero el director Carlos Reyes ordenó se volvieran a resguardad, esto con el pretexto de que se trataba de un proceso administrativo para completar el equipamiento de las nuevas patrullas.
La División de Vialidad tiene un déficit cercano a las 90 patrullas, ya que se dieron de baja aproximadamente 100 unidades que estaban en pésimas condiciones y hasta el momento, han sido renovadas poco menos de 50.
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