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El Diario de Juárez
Tras nueve meses fuera de su aparador, la “Pascualita” regresó a Chihuahua, sin embargo su llegada generó polémica entre internautas y sociedad en general por el notable cambio en el aspecto del rostro del legendario maniquí.
Durante casi todo el día de ayer, numerosos grupos se acercaron al aparador de la tienda ubicada en la avenida Ocampo y Victoria. Muchos especularon que no se trata de la muñeca original, que podría ser otra maniobra publicitaria, o simplemente que llegó renovada tras acudir a la “gran ciudad”.
El encargado de la famosa tienda de novias comentó ayer que a pesar de los rumores de un posible cambio de maniquí, “Pascualita” es la original.
Benjamín Durán, jefe de mercadotecnia de la conocida tienda ubicada en el Centro Histórico de Chihuahua, afirmó que se trata del mismo maniquí que ha estado siempre.
El maniquí desapareció de su escaparate en octubre del año pasado, lo que generó expectativa entre los ciudadanos de todo el país.
Sin embargo todo fue parte de la campaña de marketing de la marca de cerveza Victoria.
En medio de esta polémica, la Pascualita apareció en la ciudad de México donde formó parte del “Hotel de Leyendas Victoria”, junto a otras leyendas mexicanas.
No obstante ayer su regresó no dejó de sorprender a los chihuahuenses quienes expresaron en redes sociales todo tipo de teorías, para explicar el cambio en el rostro de maniquí, así como a publicar memes para tomar con humor el hecho.
“¿Que te hicieron Pascualita? Te fuiste a CDMX y ya no volviste. Ese otro maniquí quien sabe quien será, ha de ser tu prima hermana, porque no eres tú. Que feo que te hayan llevado de paseo y nunca volviste”, preguntaba una usuaria en redes sociales.
“Como cuando te vas a la Ciudad de México y regresas bien naiss(sic) con cirugía plástica”, se leía en un meme.
La pregunta al aire que dejaron algunos: “¿Es o no es?”, mientras que otros exigieron al Hotel Victoria que regresara a la Pascualita original.
A pesar de la polémica hasta el momento tanto la tienda como la cervecera no han emitido ningún posicionamiento sobre el hecho.
'La novia de Chihuahua'
El 25 de marzo de 1930, un nuevo maniquí presumió el mejor diseño para novias de La Popular, un local que se perfilaba como la mejor tienda de vestidos de boda en Chihuahua. Los detalles realistas y la enigmática belleza de la mujer, cautivaron a todo aquel que pasaba por el aparador.
La dueña Pascualita Esparza Perales de Pérez la llamó “Chonita”.
La muñeca tamaño natural se llenó de misterio, pues muchos aseguraban que era una mujer disecada.
Existen dos historias de cómo La Pascualita llegó a la avenida Ocampo en Chihuahua.
La primera apunta que la dueña la adquirió en Francia, cautivada por la belleza, mientras que otros señalan que la consiguió en la tienda “El Puerto de Liverpool” mientras compraba telas, azahares, ramas y todo lo necesario para los vestidos de novia, cuando se percató de la misteriosa mirada de un maniquí en la tienda.
Como suele ocurrir en la mayoría de las leyendas urbanas, la gente comenzó a apodarla “La Pascualita”, en honor a su dueña y en parte por su asombroso parecido físico.
“Tenía un mejor acabado en la cera, sus ojos eran de cristal, su pelo y sus pestañas eran implantes de cabello y pestañas reales.
Su expresión era viva y reflejaba emociones, “como si estuviera viva”, decían.
Hubo gente que pasaba por el aparador y afirmaba que sentía que el maniquí la seguía con la mirada, o que por unos segundos se le podían ver pequeñas venas rojas en los ojos.
Los amantes de las leyendas de la ciudad incluso recuerdan casos de empleadas que renunciaron porque la vieron llorar y moverse; se negaban a vestirla con la última colección porque le aparecían venas verdosas en las piernas que luego desaparecían o se resistían a bañarla con champú como lo exigía su guía de cuidados.
Otra leyenda cuenta que la hija de Pascualita murió en el altar cuando esperaba a su prometido. Un bicho, proveniente de la coronita de novia, bajo para darle un mortal piquete.
O bien, una segunda versión de la misma teoría señala que su hija pudo haber sido asesinada en el altar por un amante celoso, quien llevado a la depresión por la boda de su amor con otro hombre, le arrebató la vida.
Llena de dolor, decidió embalsamar a su hija, recubrirla de parafina y cera, y vestirla con los más hermosos vestidos. Así, su hija tendría un eterno homenaje en el aparador de su tienda, recordándola en su momento más bello y cargado de felicidad. (Con información de Internet)