Estado

Lo encañonan para confesarse culpable

Staff/
El Diario de Juárez

2018-06-25

De las recomendaciones que recibió la FGE por actos de tortura, existe la constancia en 16 expedientes de que agentes de aquella dependencia obligaron a las víctimas a confesarse culpables de cometer algún delito por medio de vejaciones.
En 10 de octubre de 2013 de acuerdo con un reporte policial, un vehículo estaba siendo tripulado por tres sujetos cuando éstos comenzaron a disparar a un coche Nissan. Luego de ejecutar a una persona, los tripulantes se impactaron contra un domicilio en la colonia Unidad Proletaria (UP). Después del choque, los tres tripulantes bajaron del coche y huyeron del lugar.
Los sujetos se reunirían después con un cuarto implicado que tripulaba un vehículo Chrysler.
Cuando los agentes de la FGE identificaron al vehículo Chrysler en el que tripulaban los presuntos responsables del homicidio, comenzaron a perseguirlos.
De acuerdo con el informe policial, cuando los cuatro individuos notaron la presencia de la Policía Estatal, intentaron volver a huir. Sin embargo, lograron ser detenidos a tiempo ya que los “comandos verbales, sonoros y luces” de la patrulla lograron que el coche Chrysler se detuviera, según el informe de la FGE.
A pesar de esta versión, las declaraciones en conjunto de tres de los cuatro implicados en los hechos coincidieron en que una patrulla de la Policía Estatal Única les realizó una revisión de rutina. Cuando los hombres descendieron del vehículo, los agentes comenzaron a golpearlos, les cubrieron la cabeza con sus camisetas y les dijeron que “habían participado en un homicidio”.
“(Nos) llevaron al C4, me vendaron los ojos, me pusieron una toalla en la cara y me echaban agua. Me decían que tenía que decir lo que ellos querían, si no, se les podía ‘pasar la mano’ conmigo. Después me llevaron a un baño y me metieron la cabeza en la taza del baño con el agua sucia, me decían que tenía que decir que andaba manejando un carro, que participé en un homicidio en la colonia UP. Yo les decía que no era cierto y uno de ellos sacó el arma y me la puso en la cabeza. Me dijo ‘si yo quiero, te desaparezco’. Me dieron unas hojas y que me (ordenaron) que tenía que aprender todo lo que decía y que lo tenía que declarar ante la cámara y el Ministerio Público. Declaré todo porque ya no quería me siguieran torturando”, dijo uno de las víctimas implicadas en su declaración ante la CEDH.
De acuerdo con el expediente, tres de los implicados firmaron los documentos en los que se les responsabiliza de cometer el delito de homicidio calificado. Luego de ser obligados a confesar su culpabilidad, fueron internados en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Aquiles Serdán.
La CEDH, de nuevo, determinó que existen evidencias suficientes para acreditar que la FGE violó sus derechos humanos. Tras esta conclusión se elaboró una recomendación a la dependencia estatal con el número de expediente 19/2018.
“Me pusieron un arma en mi boca, como si me fueran a matar. Al final después de tanta tortura, firmé para que no siguieran lastimándome”, contó otra de las víctimas en su testimonio.

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