Salvador Castro
El Diario de Juárez
Ciudadanos que circulaban durante la madrugada por el poblado de El Sueco detuvieron su marcha para ayudar a los sobrevivientes del choque de trenes que dejó una persona muerta y cinco lesionadas, según se puede observar en un nuevo publicado en redes sociales.
En la grabación se escucha una conversación de los voluntarios, quienes expresan su inquietud ante la posibilidad de que hubiera más personas atrapadas en los trenes accidentados, si había extintores en las máquinas y sobre la ubicación del diesel.
En el video se observa a uno de los trabajadores vestido con un chaleco naranja con franjas; con dificultad sostiene un teléfono celular en la mano derecha y trata de usarlo, pero el dolor le gana.
El trabajador se encoge y emite algunos gemidos, mientras personas lo auxilian y le hacen la recomendación de que se siente.
“Siéntate bro”, le dice uno de los voluntarios a la vez que se escucha otra voz masculina que pide una cobija para que se la coloquen en el cuerpo.
“¿Qué te pasó, qué te duele bro?”, volvió a preguntarle el ciudadano luego de que el trabajador se retorció nuevamente por el dolor.
“El hombro y la cabeza”, contestó el trabajador el cual tiene el rostro bañado en sangre desde la frente.
En la grabación se escucha la conversación de varias personas y una de ellas pregunta que si todavía hay gente adentro, refiriéndose a una locomotora que se observa al fondo envuelta en llamas.
“Hay todavía una persona adentro”, expresó un hombre.
El trabajador nuevamente vuelve a emitir un fuerte gemido de dolor y comenzó a temblar todo su cuerpo, por lo que nuevamente le expresaron que necesitaba sentarse.
Una mujer se acerca a él y le dice que necesita ser llevado a un hospital.
El trabajador expresa que espera una ambulancia y en ese momento las personas lo cubren con una toalla y lo ayudan a sostenerse para subirlo a un automóvil para su traslado a un hospital.
El lesionado quien se encuentra con mucho dolor logra con dificultad entrar al asiento trasero de vehículo y le informa a la persona con quien hablaba por teléfono que lo llevarían al hospital.
“Voy muy jodido mijo”, alcanzó a decir, mientras le preguntaban el nombre del señor que quedó atrapado en la locomotora. “Jesús Trinidad Chaparro”, alcanzó a contestar.
Uno de los voluntarios pregunta a otro de los trabajadores si él quería ir en el mismo automóvil al hospital.
Los voluntarios le hicieron la recomendación de que no se fuera a quedar dormido y se tapara la cara y la cabeza, donde traía la herida que sangraba.