Francisco Córdova/
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— El estado de Chihuahua se convirtió en la sexta economía más afectada por la violencia a nivel nacional, lo que representó una pérdida hasta de 227 mil millones de pesos y se traduce en 53 mil 286 pesos por persona durante 2017.
Estos datos se desprenden del informe Índice de Paz México 2018, publicado ayer por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
“El impacto de la violencia per cápita varía considerablemente de un estado a otro en México, desde los 9 mil 779 pesos por persona de Yucatán hasta los 95 mil 486 pesos por persona de Colima”, subraya el informe.
En el descenso de los niveles de paz en sólo tres años, la entidad se sitúa en el número 26 de 32 estados; es decir, como una de las menos pacíficas.
Se establece que Chihuahua es una de las entidades más dañadas por el incremento de la violencia, que dejó hasta 3 mil 916 homicidios dolosos en el pasado año y hasta 4 mil 176 delitos cometidos con armas de fuego, de acuerdo con las estadísticas del IEP.
La situación influye de manera directa e indirecta en el comportamiento económico, “al cambiar los modelos de inversión y consumo, pero también al desviar los recursos públicos y privados de las actividades productivas y dirigirlos a medidas de protección”.
A nivel nacional se especifica que “el impacto económico de la violencia en México en 2017 se estimó en 4.72 billones de pesos, lo cual equivale a 21% del PIB del país. Esta cifra representa un aumento de 15% respecto a 2016 y refleja el deterioro del país en términos de paz”.
Asimismo, explica que según su metodología, “el impacto económico global de la violencia se define como el gasto y la actividad económica relacionados con la contención, la prevención y la atención de las consecuencias de la violencia”.
El documento centrado principalmente en cuantificar los niveles de paz y sus beneficios a nivel mundial y en este caso específico de México, expuso que el año pasado Chihuahua vivió un incremento de 0.418 puntos porcentuales, quedando así con una calificación de 2.979 en una escala establecida mediante la metodología del propio estudio.
De hecho, el IEP desglosa que para considerar las pérdidas económicas por la violencia contempla costos directos e indirectos. En los primeros, incluye gastos médicos para las víctimas de delitos con violencia, deterioro del patrimonio y los costos vinculados con los sistemas judicial y de seguridad.
Mientras que en los costos indirectos se integran ingresos o productividad perdidos por traumas físicos y emocionales derivados de la delincuencia como una medida del impacto del miedo en la economía.
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