F. Aguilar/S. Ochoa/
El Diario
La crisis de presupuesto en el Sector Salud del estado de Chihuahua es cada vez más grave: mientras que el Instituto Chihuahuense de Salud (Ichisal) necesita un rescate financiero de 600 millones de pesos según la autoridad, la falta de equipo y medicinas es tal que médicos han decidido renunciar.
El conflicto se reflejó ayer también en esta ciudad. Médicos y personal de enfermería del Hospital de la Mujer en Ciudad Juárez denunciaron durante una manifestación la falta de medicamentos, insumos y especialistas en esa unidad.
Esta protesta es parte del movimiento que personal del Instituto Chihuahuense de Salud (Ichisal) sostiene en todo el estado como protesta ante las carencias.
Rubén Meza, ginecólogo del Hospital de la Mujer, explicó que faltan antibióticos y dio a conocer que en el último año cuatro pediatras han abandonado el hospital por no estar dispuestos a trabajar en esas condiciones.
Los inconformes señalaron que las autoridades de Salud del Gobierno del Estado no han presentado plan alguno de rescate. Por el contrario, dijeron, sólo se han dedicado a señalar y reconocer que hay carencias.
Además, reclamaron que, hasta hoy, hay empleados que perciben un sueldo menor que otros pese a que desempeñan las mismas funciones, porque las autoridades no han homologado a todos.
Sobre la situación laboral de los empleados que se quejan, el secretario de Salud estatal, Ernesto Ávila Valdez, dijo que hacen falta 100 millones de pesos para cumplir esas demandas.
Agregó que el Instituto Chihuahuense de la Salud (Ichisal) requiere de un rescate financiero urgente, ya que el presupuesto autorizado para 2018 es insuficiente para solventar el quebranto estimado en unos 600 millones de pesos anuales para mantener la operatividad y cumplir con las obligaciones en materia de abasto de medicamentos, pago de bonos, uniformes y jubilaciones.
Expresó que sin recursos no tienen nada qué ofrecer al Sindicato, de manera que “ahora la bola está en la cancha de la Secretaría de Hacienda”, expresó.
El presupuesto que la dependencia solicitó al Congreso para el 2018 fue de mil 400 millones de pesos, sin embargo, sólo se autorizaron 800 millones; de acuerdo con Ávila, es allí donde está el problema.
“El conflicto que tenemos sigue siendo de dinero. Nos faltan 600 millones de pesos anuales para cumplir las expectativas. Desde que llegamos, el 17 de octubre de 2016 hicimos la primera petición de un aumento presupuestal para solventar esta situación. No se ha dado”, dijo.
Sobre las jubilaciones que 271 trabajadores esperan y que no han podido hacer efectivas a pesar de haber cumplido 30 años de servicio y de pagar quincenalmente una cantidad para ello, Ávila Valdez indicó que había un fideicomiso, pero desapareció.
“El fideicomiso se fue de paseo, tuvimos que andar buscando hasta que lo encontramos y rescatamos. Habían dejado de meterle dinero y ahora le estamos metiendo quincenalmente, pero si usamos ese fondo de jubilaciones no duraría ni cinco años y todos se quedarían sin nada”.
El funcionario refirió que al Ichisal, desde el inicio se le asignó un presupuesto que no ha sido el idóneo y ahora después de tres décadas de haber sido creado, les piden a gritos que se resuelvan las jubilaciones y homologaciones, pero no hay dinero.
En cuanto al desabasto de medicamento, que los trabajadores del Ichisal aseguran suman el 60 por ciento de las mil 086 claves utilizadas, Ernesto Ávila aseguró que se lleva un 80 por ciento de avance, además de que los directivos pueden hacer compras en menor escala según sus requerimientos.
“Los hospitales siguen trabajando y lo diré de nuevo al sindicato: los directores de las instituciones tienen la facultad de comprar medicamentos para ir saliendo con el día a día. Nosotros les damos la suficiencia presupuestal para eso”, argumentó.
En cuanto a las licitaciones, Ávila Valdez apuntó que de las 800 claves que estaban pendientes, se licitaron 500 y quedan 300 desiertas debido a que las compañías farmacéuticas no aceptaron trabajar con el precio establecido en el catálogo CAUSES del Seguro Popular, que es el encargado de regular los precios, por lo que finalmente pudieron adherirse a un catálogo diferente con precios normados por una comisión especial conformada por todos los organismos de salud pública de todo el país.
A pregunta expresa sobre la suficiencia de médicos en la región serrana, el funcionario dijo que no enviarán médicos especialistas porque éstos simplemente no quieren ir.
“Si no tenemos médicos generales, menos especialistas; ellos no quieren ir y yo no los puedo llevar a la fuerza”, puntualizó.
Sobre las protestas de los empleados del Hospital de la Mujer en Juárez, Arturo Valenzuela Zorrilla, director médico de la Secretaría de Salud en la Zona Norte, reconoció que no todos los empleados han sido homologados, pero afirmó que sí hay avances.
“Me hubiera gustado que dijeran también la calidad del equipo (el que se entregó hace unos días a los hospitales); no es un equipo de segunda clase o de marcas chinas de baja calidad”, dijo.
Valenzuela Zorrilla consideró que estas manifestaciones son producto de una “doble intención” o de que existe desinformación entre quienes se quejan.
Los manifestantes aseguraron que a la fecha han sostenido cuatro reuniones con la Dirección Médica de la Secretaría de Salud en la Zona Norte, sin que esta dependencia ni su nivel central les ofrezcan soluciones.
Dijeron que debido al desabasto, el número de infecciones nosocomiales (las adquiridas dentro de un hospital) ha aumentado, aunque esta afirmación no pudo ser corroborada con datos hasta el cierre de esta edición.
En este mismo tono, en días pasados, médicos en el Hospital General se manifestaron para exigir una solución a las carencias de equipos y medicamentos.
Estas protestas ocurrieron también en la ciudad de Chihuahua, donde los quejosos señalaron entonces que no contaban con suficientes medicinas y que, por tal motivo, en algunas recetas los pacientes podían surtir uno o dos fármacos de cuatro o cinco. (Fernando Aguilar / Salud Ochoa /El Diario)
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