Estado

Exhiben carencia médica en Ciudad Judicial

Blanca Carmona/
El Diario de Juárez

2018-03-07

Un detenido se convulsionó en una sala de la “Ciudad Judicial”, minutos antes de que iniciara una diligencia instruida en su contra.
Debido a que en los juzgados se carece de botiquín y la función del médico que se encuentra en las instalaciones es desarrollar los protocolos de Estambul, el detenido Fernando Aguilar Ramírez no pudo recibir asistencia médica y fue regresado al penal para que lo atendieran.
Unos minutos antes de las 10 de la mañana Aguilar fue llevado a la octava sala de los juzgados locales para la audiencia de vinculación o no a proceso y antes de que comenzara se desvaneció.
Una agente de la Policía Procesal alcanzó a agarrarlo para evitar que se golpeara contra el piso, luego lo acostó y el abogado defensor le puso un código penal en la cabeza para impedir que se golpeara.
El encargado de la sala solicitó la presencia de un médico y el doctor encargado de realizar los informes correspondientes al Protocolo de Estambul –una herramienta para determinar si una persona ha sido sometida a tortura– acudió a la diligencia prácticamente para observar cómo convulsionaba Aguilar pues carece de botiquín, de medicamento e incluso de estetoscopio.
Una ambulancia también fue llamada pero cuando los paramédicos llegaron el detenido ya había sido regresado al reclusorio por su propio pie.
Después de la convulsión, el hombre acusado de haber cometido el delito de violencia familiar fue levantado, estuvo unos minutos sentado recuperando el aliento y se determinó regresarlo al Cereso 3 de Ciudad Juárez para que lo atendieran en la Enfermería del penal.
Familiares del interno indicaron que Aguilar padece epilepsia como secuela de un accidente laboral y desde hace nueve días no ha tomado su medicamento porque en las instalaciones de la Fiscalía estatal no permitieron el ingreso del fármaco.
Esta no es la primera vez que una persona se desmaya o se enferma en los juzgados. El pasado 21 de febrero Valentín Machado Morales perdió el conocimiento cuando iba a ser desalojado de la sala judicial.
El hombre ya se encontraba esposado cuando se desvaneció, golpeándose al caer. Después se determinó que presentó un ataque de ansiedad y se le bajó la presión arterial, pero en los juzgados tampoco pudo recibir atención, sólo le pusieron en la nariz gel antibacterial para reanimarlo.
El mismo médico que ayer trató de ayudar a Aguilar Ramírez acudió en aquella ocasión, también como mero espectador.
A finales del año pasado, la mamá de un detenido también sufrió una crisis y lo único que pudieron hacer por ella fue abanicarle con unas hojas para tratar de reanimarla. Ese día era domingo y los elementos de la Policía Procesal solicitaron ayuda al departamento médico del Cereso 3 de Ciudad Juárez y casi media hora después acudió un galeno y una enfermera.

bcarmona@redaccion.diario.com.mx

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