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El Diario de Juárez
El tesorero del Ayuntamiento de Ignacio Zaragoza, Guadalupe Payán Villalobos, fue asesinado con un ‘cuerno de chivo’ por la espalda, informó ayer la Fiscalía General del Estado.
Precisó que el cuerpo del funcionario, de 50 años, fue localizado alrededor de las 3:30 de la tarde del pasado lunes en el kilómetro 81 de la carretera Zaragoza-Valentín Gómez Farías.
En el lugar se localizaron cuatro casquillos percutidos calibre 7.62x 39 mm que corresponden a un arma AK-47, mejor conocida como ‘cuerno de chivo’, dio a conocer.
Sin embargo, aclaró que aún no se establece el móvil del homicidio.
Un comando armado irrumpió el pasado lunes alrededor de las 2:00 de la tarde en la Presidencia Municipal de Ignacio Zaragoza y sacó con lujo de violencia al tesorero Guadalupe Payán, quien luego fue encontrado muerto.
Ignacio Zaragoza es uno de los municipios en los que la seguridad continúa en manos del Estado, desde febrero del 2017 cuando el Gobierno acordó intervenir las Policías locales ante el repunte de violencia.
El alcalde de Ignacio Zaragoza, Ervey Ruiz Ornelas, confirmó que el municipio aún está bajo control de Gobierno del Estado, pero no accedió a una entrevista.
Ignacio Zaragoza es parte de la región occidente del estado afectada por el desplazamiento de grupos armados del crimen organizado.
Desde febrero de 2017, el Estado asumió el trabajo de seguridad pública y reemplazó con agentes de la Fiscalía, Policía Estatal y el CES a las Policías de Ignacio Zaragoza, Madera, Valentín Gómez Farías, Temósachic, Casas Grandes, Nuevo Casas Grandes y Cuauhtémoc.
A principios de octubre de 2017, el comisionado de Seguridad Estatal, Óscar Aparicio Avendaño, informó que debido a que “se cumplieron las metas”, las fuerzas estatales regresaron el control de la Policía a cinco municipios intervenidos: Nuevo Casas Grandes, Casas Grandes, Ignacio Zaragoza, Gómez Farías y Temósachi.
Sin embargo, de acuerdo con el alcalde de Zaragoza y residentes, el Estado nunca soltó el mando ahí. Hasta el momento la seguridad sigue en manos de los agentes estatales, apoyados por los federales.
En un recorrido de El Diario por la región noroeste en octubre pasado, Payán Villalobos fue uno de los habitantes entrevistados sobre las condiciones de seguridad.
“Andan comandos en varios vehículos; es muy común. Haga de cuenta que son soldados”, dijo el hoy víctimado entonces, cuando también accedió a la entrevista con la condición del anonimato.
“Está en juego la integridad de uno. Así es esta zona”, dijo. (Staff/ El Diario)
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