Estado

Los Salazares, terror en la Sierra

Staff/
El Diario de Chihuahua

2017-12-25

Chihuahua— Adán Salazar Zamorano, también conocido como “Don Adán”, fue el fundador del grupo delictivo Los Salazares, una célula del Cártel de Sinaloa que controla el tráfico de droga en la zona sierreña del estado, así como los que orillaron a cientos de familias de Chínipas, Chihuahua, y Sonoyta, Sonora, a huir de la violencia de sus pueblos.
Luego de que ‘Don Adán’ fuera apresado, extraditado –y luego indultado– en febrero del 2011 por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), cedió el mando a su hijo Jesús “El Muñeco” Salazar para continuar con las operaciones del cártel sierreño.
Este mandato duró poco, pues en septiembre del año entrante 'El Muñeco' fue detenido por el Ejército, tras ser vinculado con los asesinatos del activista Nepomuceno Moreno y el abogado Rubén Alejandro Cepeda Leo en el 2011 y ser considerado como uno de los lugartenientes de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La organización fue sucedida por su hermano Adán “El Indio” Salazar, y así fue hasta que fue asesinado 2016 en Navojoa, Sinaloa. La organización pasaría a las manos de Crispín Salazar Zamorano, hermano del fundador de la célula.
Como venganza contra los cárteles rivales de la región y por la detención de su hermano y sobrino, Crispín Salazar ordenó a sicarios exterminar a quienes ellos considerasen sus enemigos.
Las consecuencias fueron graves, pues la violencia se desató y obligó a desplazarse de sus viviendas a mil 200 familias en Sonoyta, Sonora, y a 300 en Chínipas, Chihuahua, entre el 2015 y el año pasado.
Además, el grupo ordenó a los habitantes de varias comunidades de municipios como Chínipas, Urique, Batopilas y Guadalupe y Calvo a abandonar sus viviendas para desplazar los campos y sembrar campos de amapola.

redaccion@diarioch.com.mx

@

X