Estado

Violencia, drogas y prostitución afectan a mujeres indígenas

El Diario de Chihuahua

2017-12-12

Chihuahua— El pasado 7 de diciembre Luis Alberto R.P. fue detenido como presunto responsable de los delitos de trata de personas y violación. La víctima: una mujer indígena que en marzo del año en curso fue retenida durante 15 días, violentada sexualmente y obligada a pedir limosna bajo amenaza con la intención de entregar el dinero al agresor. Según la carpeta de investigación, el hombre la amenazó y se valió de la fuerza física para llevarla a su domicilio donde la mantuvo contra su voluntad golpeándola y violentándola en diversas ocasiones.
La joven forma parte del fenómeno que afecta a las mujeres de Chihuahua, entidad que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares –ENDIREH– 2016, es uno de los 10 estados del país por arriba de la media nacional en violencia de género con 68.8 por ciento.
El abuso contra las mujeres indígenas, tanto dentro como fuera del ámbito familiar, ha encontrado una nueva variante en la prostitución donde se implica especialmente a las adolescentes.
“La prostitución es un fenómeno nuevo que se está dando. Llegan los hombres mestizos a los asentamientos y se llevan a las jovencitas, hemos sido testigos de ello. También vemos que están siendo atrapadas por las drogas, en particular el alcohol”, señala el sacerdote Manuel Granados, párroco de San José de los Tarahumaras, y explica que el entorno físico-social en el que las niñas y jóvenes de las diferentes etnias se desarrollan influyen en la seguridad de las mismas.
“Tenemos espacios habitacionales donde la falta de servicios públicos es evidente y eso pone en riesgo a todos pero en particular a las mujeres”.
En el caso del asentamiento Pájaro Azul, ubicado en la colonia Sierra Azul –una de las que presenta mayor índice de violencia según la propia Dirección de Seguridad Pública Municipal–, el alumbrado es escaso tanto al interior como en el exterior del mismo. En lo que compete al  “Carlos Arroyo”, el problema se presenta en las inmediaciones de éste, donde a la falta de luz se suma la carencia de vigilancia.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Chihuahua es el segundo estado a nivel nacional con mayor número de violaciones a mujeres, sólo por debajo del Estado de México y, según la ENDIREH 2016, el 32.6% de las indígenas a nivel nacional han sufrido violencia física mientras que la sexual presenta una prevalencia de 29.6 por ciento.

Aumenta violencia
Un total de 241 mujeres indígenas han denunciado ser víctimas de violencia psicológica, económica y física en lo que va del 2017. De ellas, de acuerdo con el Instituto Chihuahuense de las Mujeres 234 pertenecen a la comunidad tarahumara, 4 son tepehuanas y 3 de la etnia Pima. El 80 por ciento de los servicios corresponden a los municipios de Bocoyna y Creel mientras que el 20 por ciento restante incluye a Chihuahua capital, Parral y Camargo. Sin embargo, las cifras mencionadas incluyen únicamente a aquellas féminas que acuden a denunciar o pedir ayuda, por lo que  existe un subregistro.
Emma Saldaña Lobera, directora de Ichmujeres, señala que se busca fortalecer la atención a los municipios serranos a través de los Centros de Prevención y Atención a la Violencia Familiar (Cepavi).

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