S. Ochoa/F. Córdova /
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— Indígenas tarahumaras y tepehuanes están abandonando la Sierra porque ya no encuentran las condiciones óptimas para vivir allá, aseguró el párroco de la tarahumara Manuel Granados.
“Hay un éxodo imparable de familias hacia la ciudad donde se está creando un problema mayor porque los asentamientos se han vuelto insuficientes”, dijo.
Agregó: “Soy testigo de que el éxodo aumenta porque lo veo en todos los asentamientos que están a más del 100 por ciento de su capacidad dando pie a que haya hacinamiento, problemas de salud, de vivienda, educación, alimentación y drogas”.
De acuerdo con el obispo de la Tarahumara, Juan Manuel González, un promedio de tres familias indígenas emigran de las comunidades serranas diariamente debido, principalmente, a la inseguridad, violencia despojo de tierras y destrucción del bosque que enfrentan en su lugar de origen.
Lo anterior, dijo Granados, ha llevado a una situación de “emergencia” a los asentamientos indígenas urbanos donde se estima que viven alrededor de 20 mil personas, siendo el Oasis, el Pájaro Azul, Ladrillera Norte y La Soledad donde la problemática de carencias se recrudece.
“En todos hay sobrepoblación, no cabe ni un dedillo y seguimos sin tener avances ni programas para aplicarse en los asentamientos, no se han atendido los problemas que hemos denunciado. El Oasis es el de mayor sobrepoblación y se requiere una reubicación de por lo menos el 80 por ciento de las familias”.
Esto fue corroborado por Juanita Moreno, gobernadora del lugar, quien indicó que son más de 300 familias las que habitan en 70 casas, por lo que manifestó la urgencia de contar con más espacio donde albergar a las familias de nueva creación o a las que solicitan albergue a su llegada de la sierra.
Dolores Reyes, del asentamiento tarahumara, señaló que la situación en dicho sitio es similar por lo que urge atención de las autoridades.
El Pájaro Azul vive una situación similar ya que de acuerdo con los vecinos, la llegada de nuevas familias es constante y en ocasiones deben dormir a la intemperie.
Tal es el caso de la familia Rayo, conformada por seis personas adultas y dos menores, y que al contar solo con una habitación han tenido que colocar colchones en el exterior de la vivienda para dormir allí, a un costado del tronco de una lila y del lavadero.
Lupita Larrea Ortega forma parte de otra familia del lugar y coincide en que cada vez es más difícil la situación debido al gran número de personas que deben cohabitar en un mismo espacio. Ella tiene cuatro hijos y cinco nietos a los que se suma un yerno que también vive en el mismo cuarto.
De la migración serrana, dice, “es porque no hay trabajo, ni siembra ni vacas, además de que es muy peligroso para vivir”.
Sólo hay 4 desplazados: secretario
Al respecto, el secretario general de Gobierno, César Jáuregui, dijo que el Estado solamente tiene información de cuatro casos de desplazados, dos en la región de Madera.
El funcionario estatal explicó sería de utilidad que el mismo obispo González fuera el vínculo para poder contactarlos y saber que necesidades tienen los afectados.
Expuso que se han dado encuentros con personas que están en calidad de desplazadas, pero que es complicado ubicarlas.
Agregó que los habitantes de las regiones lo que piden es que se les den las condiciones de seguridad en sus regiones, ya que no es su objetivo dejar sus casas.
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