Manuel Quezada/
El Diario de Chihuahua
Chihuahua— Indígenas y mestizos salieron de diversas comunidades serranas por temor a los grupos delictivos que operan en la región, por el despojo de tierras y para que no los obliguen a trabajar en algo que no quieren, señaló ayer el obispo de la Diócesis de la Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval.
En una entrevista telefónica en la Ciudad de México, donde atendía la Asamblea del Episcopado Mexicano, dijo que les preocupa la tensión en que vive la gente, ya que aunque hay temporadas en que la cosa está tranquila, la gente sabe que tarde o temprano va a suceder algo.
Detalló que la situación de la salida de la gente se presentó de forma paulatina durante los últimos ocho años, desde que hizo crisis la inseguridad en la Tarahumara y otras regiones de la entidad.
El obispo Juan Manuel González indicó que los sacerdotes, religiosas y él mismo, no han tenido problema con los grupos que operan en la región.
En los casos en los que los religiosos se han topado con retenes ilegales, suele ocurrir que los grupos criminales los identifican y les permiten continuar su camino; sin embargo, les preocupa que pobladores pudieran correr riesgos al enfrentarse con este tipo de bloqueos.
Preocupa que la gente siga con esa dificultad para trasladarse de una comunidad a otra por la sierra, apuntó el obispo.
Indicó que se puede hablar de que la violencia crece por temporadas, “se calma la cosa, está tranquila, y aun así la gente vive en la incertidumbre, porque sabe que tarde o temprano sucederá algo”.
Desafortunadamente como que la población se acostumbra a que tarde o temprano va a suceder una situación complicada, y cuando sucede viene la afectación, sobre todo cuando hay un involucrado.
González apuntó que la salida de la gente de diversas comunidades se da de forma paulatina, poco a poco, desde los últimos siete a ocho años cuando comenzó la delincuencia.
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