Karen Cano/
El Diario de Juárez
El párroco de la Catedral, Eduardo Hayen Cuarón, lamentó los hechos de violencia que han cimbrado a las comunidades serranas y la incapacidad del gobierno para controlar la situación.
“Es lamentable lo que está pasando, vemos cómo las drogas destruyen todo, la salud y la tranquilidad”, dijo el sacerdote.
Informó que aunque son tres diócesis las que se ven afectadas por estos hechos, hasta el momento no se han recibido quejas o presentado situaciones alarmantes directamente relacionadas con la iglesia.
Se trata de tres diócesis las que se encuentran afectadas: las de Nuevo Casas Grandes, Cuauhtémoc y la Tarahumara, pero aseguró que los fieles están tranquilos.
“Hasta el momento, la Diócesis de Ciudad Juárez no ha tenido conocimiento de alguna situación extraordinaria en la que se haya involucrado a religiosos”, dijo.
En relación a la salida de los médicos, dijo que era entendible pues nadie quiere estar ahí en medio de la situación de inseguridad.
También señaló que es el propio gobierno el que debe encargarse de salvaguardar la integridad de los ciudadanos y de los médicos, por lo que consideró lamentable que hasta el momento, las autoridades no hayan demostrado la capacidad para controlar el narcotráfico.
“Es el gobierno el que debe de dar seguridad. Es lamentable que el gobierno no tenga la capacidad de controlar el narcotráfico”, dijo.
Respecto a los nuevos aspirantes a médicos que tendrían que verse en la necesidad de prestar sus servicios allá, dijo que era necesario que presionaran para tener la garantía de su seguridad.
“Tienen que hacer presión al gobierno para que la situación pueda mejorar. Tengo conocidos que han ido para allá y se regresan corriendo porque sufren amenazas y secuestros”, dijo.
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