Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
Agrupaciones de médicos manifestaron preocupación ante la violencia que ha ‘expulsado’ a los pasantes de medicina de la Sierra de Chihuahua.
Jaime Antonio Oest Dávila, presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Juárez, consideró lamentable esta situación y dijo que las autoridades de los tres niveles de gobierno, especialmente las federales, deben atenderla de inmediato.
“Yo invito a las autoridades a que pongan atención porque es imposible que puedan seguir prestando servicio social los médicos en esas condiciones tan deplorables, tanto en equipo y material de curación como de seguridad”, señaló.
Oest Dávila consideró que los derechos humanos de los pasantes “se ven pisoteados y allanados por la inseguridad”.
Opinó que los términos del servicio social deben replantearse de modo que los estudiantes de esa carrera no tengan que esperar hasta concluirla para llevarlo a cabo.
“Debe haber un replanteamiento en donde pudiera haber brigadas de salud quincenales, mensuales, a ciertas poblaciones en vacunación, prevención de enfermedades crónico-degenerativas. Hay que analizar propuestas, estructurarlas y gestionarlas en el aspecto federal”.
Para Lorenzo Soberanes Maya, vicepresidente de la sección de Salud de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) local, el servicio social como ahora existe debe ser eliminado porque no hay capacidad de brindar seguridad a los prestadores.
“El servicio social es una manera de resolverle el problema al Gobierno, que tiene la obligación constitucional de darle salud a la población. Se le hace más fácil obligarlos a un servicio social en lugares inhóspitos para cumplir el trabajo de ellos”, criticó.
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