Estado

‘Nos quieren consumiendo o nos quieren muertos’

Francisco Córdova/
El Diario de Chihuahua

2017-09-27

Chihuahua— “Nosotros siempre sentimos que es una amenaza, ya se vio en 2010. O nos quieren consumiendo o nos quieren muertos. Y es algo feo que en un centro de rehabilitación, donde están ayudando a las personas, lleguen otras personas a quererlos matar, cuando ellos están luchando por vivir”, aseguró un exinterno del centro ‘Uniendo Familias’.
El hombre, que ya se encuentra rehabilitado y prefirió el anonimato, aseguró que abandonó el lugar luego de la masacre de 2010. “Son gente trabajadora a la que le tocó la mala fortuna de que ahí estaban. Porque ellos realmente jalaban, sí eran adictos, pero se querían recuperar”.
Dijo que ya es difícil vivir en un clima de tanta violencia, donde no se sabe a ciencia cierta por qué se presentan masacres, que asegura, se llevan a gente inocente.
“Que la pagaran quienes la deben, pero muchas veces se llevan gente inocente, no saben ni a quién matan, no tienen sentimientos esas gentes”, expresó.
Comentó que la mayoría de los adictos llega a consumir hasta 500 pesos de cristal diariamente, por lo que una masacre de esta magnitud es, en su apreciación personal, conlleva un mensaje implícito, también para quienes buscan su rehabilitación.
“Como ven que ya están dejando la droga, como tiempo atrás yo lo hice, como ahorita están peleando entre ellos, luego la gente ya no está comprando, se están enojando y pasa lo mismo que en el 2010, allá en Fe y Vida”, señaló el exadicto.

Fueron víctimas circunstanciales, dicen familiares

Familiares de una de las personas que resultó herida de bala en la masacre del centro de rehabilitación ‘Uniendo Familias’ dijeron que su pariente ya se encuentra fuera de peligro, y al igual que algunos otros, afirmaron que se trata de víctimas circunstanciales que estuvieron en el lugar equivocado.
La víctima,  informaron, recibió varios disparos en las piernas por lo que fue trasladado de emergencia al hospital.
“Llegó al hospital regional, pero por la hemorragia que traía y porque no había médicos cirujanos lo trajeron al Central para que lo pudieron operar, porque estaba perdiendo mucha sangre”, expresaron.
Aseguraron que el interno tenía pocos meses en rehabilitación y al momento del ataque estaba acostado en su cama, por lo que los pistoleros no lo ‘remataron’.
“Él nada más es adicto, no anda moviendo. Al parecer los que iban a darles estaban despiertos en las oficinas”, detallaron.
Al momento, afirmaron, el herido está fuera de peligro y se encuentra custodiado por elementos de Fiscalía General, por lo que esperan que esta experiencia lo haga salir de su problema de adicción.
“Esperamos en Dios que el sacudidón lo haga recapacitar. Él consume desde hace rato, pero espero que con esto haya tocado fondo”, señalaron.

fcordova@diarioch.com.mx

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