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El Diario
Las Varas, Madera— El olor a putrefacto se mezcla con la aromática resina de los pinos de la Sierra de Chihuahua.
El nauseabundo hedor se percibe muy cerca del panteón del ejido, situado a más de 390 kilómetros al suroeste de Juárez y proviene de las fosas clandestinas donde exhumaron ocho cuerpos la semana pasada.
Son cinco hoyancos donde los delincuentes arrojaron los siete cadáveres, explican los agentes de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) que tienden un cerco de seguridad y permiten el acceso de El Diario hasta el cementerio clandestino.
Este hallazgo ha sido de los más impactantes para los casi mil 500 moradores de Las Varas en los últimos meses, debido a la saña empleada por los agresores contra las víctimas.
Los peritos especializados de la Fiscalía General del Estado (FGE) refieren que sólo un cuerpo estaba completo, seis estaban decapitados y uno era osamenta.
“Las cabeza sí estaban junto a los cuerpos, uno estaba completo y el resto había sido destazado”, explica Félix González, vocero de la institución en la Zona Occidente.
Este panteón clandestino fue descubierto a 80 metros de la carretera que conduce a la comunidad ejidal gracias a los familiares de un repartidor de alimentos que a mediados de junio fue privado de su libertad por integrantes de “La Línea”.
La víctima, quien tenía entre su cartera de clientes a comerciantes del ejido Las Varas, salió a trabajar y desapareció.
Aunque sus parientes interpusieron el reporte por ausencia ante la Fiscalía General del Estado en la Zona Occidente (FGE), no fue pública la pesquisa a petición de la familia, ya que temían la participación de grupos de la delincuencia organizada y temían las posibles represalias, precisó la FGE.
Este temor es muy recurrente entre los moradores de esta región, por lo que no es usual que las pesquisas de personas desaparecidas sean difundidas por los medios de comunicación, a solicitud de la Fiscalía, como ocurre en Ciudad Juárez, por ejemplo.
La familia del hombre ausente recibió información que develaba el paradero de su ser querido, por lo que pidió auxilio a la FGE que ubicó los cuerpos, sin embargo, ninguno de ellos correspondía al trabajador.
Hasta el momento el hombre continúa desaparecido y sólo tres personas han sido plenamente identificadas, el vocero de la FGE en la Zona Occidente.
Los cuerpos entregados corresponden a Dagoberto Villezcas Ríos de 43 años, desaparecido desde el 26 de mayo; Gilberto Alexis Granados Santisteban de 21 años, ausente desde el 17 de mayo, y Jesús Adrián Gómez Antillón de 29 años, privado de su libertad en forma ilegal desde el 27 de mayo.
Todos ellos fueron “levantados” por un comando armado en este ejido y tras despedazar los cuerpos los enterraron para luego huir impunemente
El reporte por ausencia de estas personas no fue localizado en el portal oficial de la Fiscalía General del Estado, ya que sólo cuenta con un enlace mediante el cual difunde las pesquisas de mujeres, niñas y niños extraviados en Chihuahua y los varones están excluidos.
Sin datos
La FGE carece de una base de datos confiable respecto al número de reportes de personas desaparecidas en esta región de Madera.
Las fotos de hombres y mujeres ausentes no son plenamente visibles y eso se debe en gran parte al miedo de las familias, dice Norma Ledezma, fundadora de la asociación Justicia para Nuestras Hijas.
“No hay registro de datos de personas desaparecidas confiable, los datos que pueda tener la Fiscalía General del Estado no son reales por varios motivos y el principal es porque la gente no denuncia”, dice la activista social que representa a varias familias de personas desaparecidas en Las Varas, Madera, El Largo Maderal y Cuauhtémoc.
Agrega que en esta región muchas familias sólo recogen los cuerpos para sepultarlos.