Estado

En 15 minutos, 600 balazos siembran terror

Staff/
El Diario

2017-05-26

Ahumada— Más de 600 disparos de armas de alto poder, incluyendo del fusil calibre .50 utilizado en conflictos bélicos, dejaron las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y del Juzgado Menor Mixto del municipio de Ahumada como “coladera”, casi como “queso gruyere”, según las expresiones de los habitantes de Ahumada.
Al grupo armado le bastaron 15 minutos para arremeter contra 14 policías ministeriales que se encontraban resguardados en esas oficinas ubicadas en la calle Chihuahua y Guerrero y herir a cuatro de ellos, uno de los cuales falleció después.
El tableteo de ametralladoras fue escuchado a kilómetros a la redonda, sembrando el terror en la población y provocando que numerosos negocios cerraran anticipadamente y que en las colonias sus habitantes permanecieran pecho a tierra.
“Fueron momentos de terror. Yo no vi nada, estaba sola y fue espantoso”, dijo ayer una mujer todavía con las manos temblorosas tras escuchar los disparos a escasos metros de la comandancia, donde se encuentra su vivienda.
Algunos pobladores dijeron que a su memoria volvieron imágenes de aquellos días de febrero de 2009, cuando la región se convirtió en un campo de batalla entre grupos antagónicos que terminó con la muerte de 21 personas, entre quienes se encontraban todos los policías preventivos del Municipio.
El ataque del pasado jueves se registró poco después de las 8 de la noche, cuando los comerciantes de la comunidad comienzan a cerrar sus negocios y la población a retornar a sus hogares.
Agentes que acudieron al lugar estimaron en más de 600 los proyectiles detonados en el lugar, la mayoría disparados por pistoleros en contra de agentes ministeriales que alcanzaron a repeler la agresión y aparentemente lesionaron a dos de sus atacantes.
En el intercambio de tiros, los proyectiles alcanzaron algunas propiedades privadas, así como todas las patrullas que ese encontraban ahí.
“Nosotros estábamos arrecholados trabajando, cuando escuchamos los tiros cerramos las puertas y nos tiramos al piso”, dijo un carpintero cuyo negocio se encuentra a una cuadra la comandancia atacada.
En una mueblería de la misma calle los proyectiles perforaron uno de los ventanales sin lesionar a nadie ni causar mayores daños.
La movilización policiaca y militar que se registró en las siguientes horas también sembró el pánico y creo un escenario como los de antaño.
No fue hasta ayer, a más de 12 horas del ataque, que el poblado volvió a la normalidad.
Negocios y habitantes retornaron sus actividades cotidianas con excepción de la Presidencia municipal, donde el alcalde Luis Marcelo López y sus colaboradores permanecieron ausentes, tras la detención de toda su fuerza preventiva. (Staff / El Diario)

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