Manuel Quezada/
El Diario
Chihuahua— La Conferencia del Episcopal Mexicana presentó un Proyecto de Construcción de la Paz en México, porque a decir de los obispos, aunque la violencia ha sido un mal omnipresente desde el inicio de la historia nacional, adquirió en los últimos siete años un rostro nuevo, cruel y despiadado, rayando en lo demencial.
El arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos, consideró que el país cayó, ante tal circunstancia, en una parálisis, individual, comunitaria e institucional.
Precisó que una sola muerte violenta, un acto de extorsión o secuestro, una acción violenta dentro de la familia, ameritan la atención y la intervención de toda la sociedad.
El jerarca católico señaló: “digámoslo con tristeza, ni siquiera contamos con cifras confiables”.
Dijo que hoy más que nunca se necesita en las diócesis, a partir del Plan Global de Pastoral que se está generando y que ya está impulsando a los Obispos, un plan de evangelización.
Detalló que eso se puede ofrecer a través de centros de escucha a víctimas de la violencia, de sitios de jóvenes por la paz, programas de atención a mujeres víctimas de la violencia, sembradores de paz con los niños y adolescentes de las catequesis, hombres nuevos, familias fuertes, y sin golpes a través de la pastoral familiar, además de la formación permanente de los sacerdotes capaces de consolar, de dar esperanza, de acompañar a las personas en medio de la violencia.