Jaime Armendáriz/
El Diario
Chihuahua– Ignacio Rodríguez Bejarano renunció ayer al cargo de auditor superior del Estado, mientras los diputados habían agotado la discusión para intentar resolver la crisis de ese órgano técnico de fiscalización, sin haber encontrado alguna posible solución ni definir fechas para hacerlo.
La decisión de Rodríguez Bejarano la hizo llegar a la presidencia del Congreso local y ésta a su vez turnó el asunto a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) para definir el siguiente paso jurídico y erradicar la incertidumbre de la Auditoría (ASE).
El auditor, que fue electo por mayoría en el Congreso, tomó protesta el pasado 6 de abril y pese a ser vetado por el gobernador, asumió el cargo al día siguiente al presentarse en las oficinas del organismo, sin embargo el Ejecutivo no publicó el nombramiento en el Periódico Oficial del Estado.
Esa situación fue aprovechada por Armando Valenzuela, encargado del despacho de la Auditoría desde el 12 de febrero, para asumirse ayer nuevamente en el cargo que dejó desde el 7 de abril.
El conflicto se encendió ayer por la mañana en la reunión de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), con posturas a favor y en contra de nombrar un nuevo auditor. Inclusive se tenía prevista la presencia de Rodríguez Bejarano pero nunca llegó. Un par de horas después renunció por escrito.
En la reunión, realizada en el piso 18 de la torre legislativa previa a la sesión ordinaria, los legisladores de Morena, Leticia Ortega y Pedro Torres, Israel Fierro de Encuentro Social y el legislador del PAN, Jorge Soto Prieto, presidente de la comisión de Fiscalización, proponían llevar a cabo nuevamente el procedimiento.
“Fuimos engañados”, precisó Israel Fierro en referencia a los documentos presentados por Ignacio Rodríguez para contender por ser titular del órgano fiscalizador, y que después se generaron correcciones que lo colocaban como inelegible para el encargo público, por tener función de mando en el PAN, por haber sido candidato en la elección del 2016 y por no comprobar 5 años de experiencia en la administración pública.
“Ignacio Rodríguez es corrupto y corruptor. Corrompió un proceso de buena fe y nos mintió a los diputados sabiendo que sí había sido candidato y tener un cargo en el PAN. Debemos recomponer este enredo”, añadió Pedro Torres, de Morena.
Mientras que de las bancadas del PVEM, PRI y PANAL, con pronunciamiento de Alejandro Gloria, Karina Velázquez e Isela Torres, así como René Frías, respectivamente, consideraron que debía ratificarse a Rodríguez, retirar a Armando Valenzuela de las oficinas de la ASE y esperar las consecuencias legales del asunto.
“Nos estamos viendo parcos y sin autoridad. Se nos están pisoteando las facultades. Estamos actuando como verdaderos ineptos”, expresó Alejandro Gloria.
Por su parte Isela Torres (PRI) adelantó que el Congreso debiera interponer una denuncia contra Valenzuela, el encargado de despacho, por retomar el cargo, que habría finalizado desde el nombramiento de Rodríguez.
La presidenta de la Jucopo y coordinadora del PRI, Karina Velázquez, incluso urgió a la presidencia a notificar a Armando Valenzuela que no es Auditor. La respaldaron 8 de los 9 miembros de esa junta, pero la presidenta del Congreso, Blanca Gámez (PAN), descartó enviar esa notificación, “me debo al pleno, no a la Jucopo”, dijo, y precisó que, para ella, Valenzuela es el único auditor con un nombramiento publicado en el Periódico Oficial del Estado.
Aún sin saber de la renuncia de Rodríguez, el coordinador de diputados del PAN, Miguel La Torre, expuso que Armando Valenzuela no necesita ninguna notificación para saber que no es el auditor. “Con todo y la polémica generada, jurídicamente Nacho es el auditor”, enfatizó.
Después del documento emitido por el ahora exauditor, el legislador panista y presidente de la comisión de Fiscalización, Jorge Soto Prieto, consideró que la Jucopo debe determinar con prontitud el siguiente paso.
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