Víctor Valdovinos/
El Diario
Nuevo Casas Grandes.- Afectado por una profunda depresión, quiso suicidarse un interno del Centro de Readaptación Social para Adultos (Cereso) número 5 que a finales del año pasado fue capturado por matar a balazos a su propio amigo de parranda cuando éste ya se encontraba dormido en su casa.
El hecho no logró consumarse pero para asegurar el estado de salud del interno identificado como Jesús Noé Salcido Herrera de 26 años, las autoridades carcelarias decidieron internarlo en un hospital para su valoración y atención médica.
El origen del conflicto, donde perdiera la vida Ever Solís Morales de 47 años, tuvo la madrugada del pasado miércoles 28 de diciembre cuando ambos hombres llegaron en estado de ebriedad al domicilio de la víctima, ubicado en el rancho “Ojo de Puerco”, del municipio de Buenaventura.
Por el estado de embriaguez del hombre, discutió con su esposa y la agredió físicamente, por lo que el otro intervino para que la dejara de maltratar pero también resultó golpeado, por lo que se retiró del lugar.
Poco después cuando el matrimonio se encontraba ya acostado, el amigo golpeado regresó e irrumpió en la casa armado con un rifle calibre 22, mismo que accionó en tres ocasiones cuando tuvo al hombre a la vista, el cual murió ahí mismo en la cama a consecuencia de los impactos.
Así, a más de tres meses de aquel episodio por el que el hombre enfrenta un proceso por el delito de homicidio, cayó en un estado depresivo que lo orilló a tratar de suicidarse dentro de las instalaciones del Cereso Estatal número 5 de Nuevo Casas Grandes, en donde se encuentra recluido desde su arresto en flagrancia por la muerte de su amigo de parranda.
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