Estado

Deja pareja hasta a sus tres hijas por ir a EU

Salud Ochoa/
El Diario

2017-03-18

Chihuahua— Óscar Caballero y Rocío Zulema Rivera vivían en Chihuahua hasta noviembre pasado, cuando decidieron dejarlo todo para ir en busca del trillado “sueño americano”. Dejaron encargado todo lo que tenían, incluido el puesto de comida que trabajaban y que les permitía sobrevivir.
Con apoyo de la familia de Óscar, reunieron 7 mil dólares para pagarle al “coyote” que los ayudó a cruzar el río Bravo por Piedras Negras, Coahuila.
“Nos fuimos por Nuevo León y de allí nos llevaron a ciegas hacia la frontera, no supimos por dónde ni a qué sitio íbamos. Al final creo que cruzamos cerca de Piedras Negras.”
El cruce, relató Óscar, fue sencillo y no tuvieron ningún problema en atravesar el río ya que a mayor costo menor riesgo. Luego continuaron hasta Wichita, Kansas, donde su familia vive.
“Nos cruzaron el río en una balsa y no tuvimos que caminar. Todo fue durante la noche y ya estando allá nos movimos en vehículo hasta llegar a Kansas”.
Con ellos, dijo Rocío, viajaban 12 familias más, dos de las cuales llevaban niños.
“Íbamos en una especie de camión de carga, en la parte de atrás. Allí estuvimos como dos días viajando hasta que llegamos a otro punto de Estados Unidos donde nos cambiaron a unas camionetas que nos trasladaron hasta nuestro destino”.
Sin embargo, el “sueño” ni siquiera tuvo tiempo de empezar ya que no habían cumplido un mes de estar en territorio americano, cuando una redada los sorprendió y los detuvieron a ambos.
“Nos esposaron de manos y pies. Nos llevaron de cárcel en cárcel recogiendo a todos los otros que también iban a deportar. Duramos como 20 horas adentro del camión que transportaba a todos los detenidos hasta que llegamos a la frontera.
Luego de llegar a la frontera, la pareja fue deportada por Nuevo Laredo, sin papeles ni dinero para continuar el viaje y volver a su tierra.
“No teníamos nada y tampoco nos apoyaron para regresarnos a Chihuahua. Como pudimos nos fuimos a Monterrey y allí nos quedamos a trabajar pero nos faltaban documentos. Logramos juntar algo de dinero para venirnos. Hace 15 días que llegamos a Chihuahua”.
Llegar a su lugar de origen no terminó con sus problemas ya que ahora no tienen casa, muebles ni comida. Tampoco el puesto que utilizaban para trabajar.
“Nos prestaron una casa que era de un familiar que está en Estados Unidos pero otro familiar de aquí se molestó y tuvimos que salirnos. Ahora estamos en un pie de casa abandonado, que no tiene servicios y tendremos que empezar de cero. Nos han regalado unas cobijas y vamos a tener que sobrevivir de alguna forma”.
A lo anterior se suma la pérdida de sus tres hijas menores de edad, quienes  permanecen bajo el cuidado de su abuela materna y ésta se ha negado a dejar que las vean.
“Ella fue la que más nos alentó a irnos y nos dijo que nos cuidaría a las niñas mientras nos acomodábamos allá, pero ahora que regresamos no quiere regresárnoslas. Ellas están pequeñas, tienen 4, 9 y 10 años de edad”.
Óscar narró que él se fue a Estados Unidos desde muy chico junto con su familia pero en el 2008 lo deportaron.
La pareja aseguró que ambos lograron concluir sus estudios de preparatoria, lo que les podría ayudar a conseguir un empleo, sin embargo, Óscar cursó sus estudios en la Unión Americana y no sabe si sus papeles serán válidos y su esposa enfrenta problemas de salud. Interesados en apoyar a la pareja pueden comunicarse al cel: 812 38 09 219.

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