Estado

Niñas tarahumaras optan por casarse a los 13 años

El Diario de Chihuahua

2017-02-06

Chihuahua— Niñas de origen tarahumara que habitan esta ciudad dejan de estudiar a los 13 ó 14 años debido a que optan por casarse, lo que genera un problema de embarazos en menores de edad, según se constató durante las audiencias que realizó la Comisión Estatal de los Pueblos Indígenas en el asentamiento El Oasis, en el cual los representantes de la comunidad indicaron que persisten los problemas de alcoholismo y drogadicción en los jóvenes de entre 15 y 20 años.

La Comisión Estatal para Pueblos Indígenas (COEPI) efectuó las audiencias públicas a los rarámuri que habitan en zonas urbanas, como ocurrió en el asentamiento tarahumara El Oasis, ubicado en la colonia Martín López.

El equipo de la COEPI, que encabeza su titular, María Teresa Guerrero Olivares, acompañados por representantes de las secretarías estatales de Salud, Educación y Desarrollo Social, así como del DIF estatal, Registro Civil y del Instituto Chihuahuense de la Juventud, se reunieron con los indígenas residentes en ese lugar, para platicar con ellos y conocer de viva voz cuáles son sus problemas y necesidades.

En cinco grupos de trabajo, mujeres y hombres platicaron sobre cuál es su problemática en salud, educación, vivienda, cultura y organización comunitaria.

En salud, la comunidad indígena de El Oasis tiene graves problemas con el alcoholismo de adultos hombres y mujeres. Hay jóvenes y niños que se embriagan con alcohol y cerveza. El problema es igualmente grave en drogadicción. Niños y jóvenes de entre 15 y 20 años se congregan en calles cercanas al asentamiento para inhalar solventes.

También solicitaron, ofrecer apoyo a las mujeres jóvenes en orientación sexual y reproductiva, de modo que no dejen de estudiar pues se casan muy jóvenes a los 13 ó 14 años de edad.

Además de tener un problema de división interna que así reconocen, en esa comunidad indígena acusan que viven hacinados, amontonados en casas que habitan pero que no saben de quién son. Han pedido que el gobierno estatal actualice los contratos de comodato firmados con la comunidad, lo cual les dará certeza a las familias en la posesión de viviendas y terrenos donde están construidas.

Asimismo, requieren apoyo con materiales para mejoramiento de sus casas en mal estado, sobre todo las ubicadas en la calle 24 de Febrero, pues señalan que sufren robos y falta de servicios.

Afirman que hay despojo de vivienda dentro y fuera del asentamiento y se excluye de apoyos a los rarámuri que viven fuera del perímetro de El Oasis. Para corregir esa situación, piden diálogo con sus autoridades tradicionales y lograr que se les tome en cuenta en programas de apoyo.

Solicitan a las autoridades seguridad pública y servicios básicos como luz eléctrica, agua potable y drenaje, así como construir una barda perimetral en la calle 24 de Febrero.

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