P. Mayorga/J. Armendáriz/
El Diario
Chihuahua— El presunto asesino de Isidro Baldenegro López, Romeo R.M., ya había asesinado a otros indígenas de la comunidad y trabaja con sicarios de la región, aseguraron pobladores desplazados de Coloradas de la Virgen, de donde era originario el luchador social asesinado el domingo pasado.
Mientras tanto, la presidenta del Congreso, Blanca Gámez Gutiérrez, y el diputado de Morena, Pedro Torres Estrada, exigieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) esclarecer a la brevedad el asesinato del activista.
Los habitantes de Coloradas de la Virgen entrevistados, viajaron a la ciudad de Chihuahua para dar seguimiento a denuncias que tienen interpuestas y continuar la lucha por su territorio y por el bosque que los ha visto crecer en la constante defensa del medio ambiente.
Tres de ellos fueron amigos de Julio Baldenegro, padre de Isidro que fue asesinado en 1986, también por defender a su gente y el territorio que les fue heredado ancestralmente.
“Era un hombre que siempre luchó, nuestros padres nos inculcaron la lucha por los pinos, por el agua, por nuestra cultura. Julio se enfrentó a los caciques de aquel tiempo y que siguen ahí, a Artemio Fontes, y lo mandaron matar”, recordó uno de los hombres que añora los tiempos de tranquilidad en la región.
Y es que a esa lucha ancestral, los últimos tres años se sumó a la represión, amenaza y hostigamiento de indígenas, el crimen organizado que se ha empeñado en arrebatarles su propia tierra.
Ayer durante la sesión de la Diputación Permanente, Torres Estrada recordó las acciones emprendidas por Baldenegro por las zonas serranas, que le generaron amenazas pero también el respaldo de activistas y organismos en materia de derechos humanos, como Amnistía Internacional, al pedir su liberación luego de ser arrestado por acusaciones hechas por las autoridades locales.
Por su parte, la presidenta del Congreso e integrante de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN), Blanca Gámez, consideró grave el hecho y recordó que el alto comisionado de las Naciones Unidas coloca a Chihuahua junto a Oaxaca y Guerrero, como los estados con mayor cantidad de agresiones en contra de defensores de los derechos humanos.
Del 2009 a la fecha se han generado 47 medidas cautelares a favor de activistas por las amenazas y agresiones recibidas, de las cuales 20 son específicamente a los defensores.
Isidro Baldenegro vivió los últimos años en Guachochi, pero su mamá y otros familiares viven aún en Coloradas de la Virgen, por lo que él iba constantemente a visitarlos y el domingo pasado estaba en la casa de uno de sus tíos cuando llegó Romeo, de 25 años y le disparó. Hasta ahora desconocen por qué lo hizo, sólo saben que hace casi un año, mató casi de la misma manera a Víctor Carrillo, quien tenía 29 años, y descansaba en su cama junto a su hija, a quien sostenía abrazada mientras se quitaba el cansancio de un día intenso de trabajo.
Hasta ahora, tampoco han detenido a los culpables a pesar de que los denunciaron. Uno era el hermano mayor de Romeo.
En el último año han asesinado a: Valentín Carrillo, quien murió el Sábado de Gloria del año pasado; Elpidio Torres, el 29 de abril; Víctor Carrillo el 5 de febrero del año pasado, y Crescencio Molina, quien fue parte del Consejo de Vigilancia y gobernador de la comunidad. Éste último fue asesinado el pasado 13 de enero.
“Por la misma violencia, allá no llegan las brigadas de salud, no hay maestros porque tienen miedo. Los niños viven con miedo. Eso es, vivimos con miedo (...) Nosotros nos sentimos como que no tenemos Gobierno que vaya a agarrar a esta gente mala, sentimos como que no hay justicia para nosotros (...) No podemos ir ni a la Comisaria porque ahí están los malos, ya no hay confianza, en los caminos tiene uno que esconderse cuando pasa una troca porque no sabemos si nos van a disparar nada más así, porque sí”, complementan los entrevistados.
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