Estado

'Secuestran' a niño de secundaria en Cuauhtémoc

Manuel Salcedo/
El Diario

2016-12-08

Cuauhtémoc— “Me acaban de secuestrar a mi niño, por favor me están pidiendo dinero ayúdenme, se llama Joselito y me lo retiraron de la escuela” fue el comentario que un padre de familia externó en Facebook la mañana de este jueves y se volviera viral por un presunto secuestro que terminó en un operativo policiaco que dio con el paradero del menor; esta situación llevó a reflexionar sobre los alcances de las llamadas de extorsión en Cuauhtémoc.
El suceso se presentó poco después de las 9 de la mañana en la escuela Secundaria Federal 18, hasta donde el menor recibió una llamada a su celular que, bajo amenazas y estrategias de extorsionadores, obligaron al menor a salir de la escuela a una papelería, pasando fácilmente los filtros de seguridad con que cuenta dicha escuela secundaria.
Luego de su salida, el padre del menor, recibió una llamada del teléfono de su hijo en donde una tercer persona, que no estaba presente físicamente con la supuesta víctima, hizo pensar a su padre que lo tenían secuestrado y solicitaba una suma de dinero para regresarlo sano y salvo.
El padre, solicitó a través de la red social Facebook, la ayuda que en pocos minutos se volvió viral entre la comunidad de internautas en Cuauhtémoc y que ya para ese momento, había generado un operativo de búsqueda por parte de la Policía Municipal y de la Policía Ministerial Investigadora.
En menos de una hora, se localizó sano y salvo a Joselito, en la Plaza de Caballito, localizada a nueve cuadras de su escuela y se dispuso a la entrega del menor a sus padres en las oficinas de la Fiscalía Zona Occidente.
En ese momento, se envió un boletín por parte de esta institución, que alerta sobre el riesgo de las llamadas intimidantes, invitando a colgar en el momento en que se intuya se trata de una extorsión, dado el grado de especialización que tienen los extorsionadores para lograr su cometido, como en este caso, la triangulación de llamadas a distancia para hacer creer que alguien está físicamente con el presunto secuestrado.
Así mismo, entre algunos de los usuarios de la red social, se expusieron los peligros de que un menor de edad tenga a su disposición un teléfono, pues aumenta el grado de vulnerabilidad al que se expone en este tipo de casos en donde el menor carece de la información para prevenir una extorsión, como ocurrió en este caso.
Así, el infortunio de esta familia que duró solo menos de una hora, sirve como un ejemplo más de este tipo de llamadas que han logrado su cometido en este municipio y que tiene como mejor y única arma, la terminación de llamada intimidante y el reporte al sistema de emergencias 911.

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